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miércoles, 28 de diciembre de 2016

HAY GENTES ALCALAÍNAS QUE COMPARTEN CON OTRAS GENTES DE OTROS LUGARES

Hay gente que dedica un tiempo a los demás y eleva la entidad humana a cotas de un gran sentido de la solidaridad, entendida como algo natural que va en beneficio de todas las personas.
Esto ocurre en Alcalá la Real, donde un grupo de personas sirven una comida diaria a los inmigrantes que llegan cada año para recoger la cosecha de aceituna. Es como una especie de comunión entre la sociedad alcalaína y estas gentes que llegan de otros países en busca de encontrar una vida mejor.
La acción transcurre cada día en el antiguo local del Hogar del Jubilado en la Avenida de Iberoamérica, allí un grupo de voluntarios realizan la fiesta del compromiso social, dar de comer al hambriento, al que menos tiene y más lo necesita. Son personas corrientes, con un gran corazón que dedican unas horas a preocuparse y ocuparse de gentes con grandes carencias. Cada día llegan a este lugar por la tarde y van preparando una serie de bocadillos, unos días son de atún, otros de embutidos variados. Preparan el pan y van introduciendo la materia prima, mientras hablan unos con otros y tratan de realizar esta acción de ayuda altruista.
En un ambiente distendido elaboran algunas decenas de ‘bocatas’ que en poco tiempo serán servidos a personas que apenas conocen pero que saben que están pasando faltas. También, preparan vasos de leche caliente con chocolate, galletas y algún polvorón o mantecado navideño y sobre las 19:30 horas van entrando los inmigrantes, se sientan en unas mesas que están dispuestas y consumen estos alimentos cada día.
Ellos son voluntarios anónimos que hacen esta acción porque se lo pide su cuerpo. Cáritas lleva la batuta en este asunto aportando toda su infraestructura. Son personas cristianas que sienten a sus semejantes y comparten con ellos su tiempo. También, hay gente de las diversas cofradías del municipio alcalaíno. En definitiva, son personas que se ocupan y preocupan por otras personas que son semejantes a ellas, pero que sufren algunas carencias.
Es como una especie de oasis solidario donde se respira tranquilidad, y donde se comparte lo que se tiene y se ha convertido en un lugar transcendente para compartir vida, es una especie de gracia que hace un conjunto de hombres y mujeres para ayudar a otros seres humanos que sufren deficiencias.
Lo importante sería que la propia inercia de la sociedad española amparara a estas personas por el mero hecho de serlo. Que por el hecho de nacer cada individuo tuviera lo necesario para vivir dignamente, pero aún eso no es así, mientras tanto es una suerte que existan gentes solidarias que comparten su tiempo y su economía con otras menos favorecidas.  

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