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viernes, 21 de febrero de 2020

EN BUSCA DE UNA SOLUCION PARA EL CENTRO HISTORICO DE ALCALA LA REAL


El arquitecto Juan Francisco Almazán opina sobre el urbanismo alcalaíno y el centro histórico junto con su hija Ana Almazán que trabaja con su padre y su formación es de arquitecta.

-¿Qué es el PEPRI y para que sirve?
Es difícil resumir pero en definitiva, el Plan Especial en el casco histórico es un documento que más que técnico es un documento estratégico, es como establecer el marco urbanístico para que las relaciones humanas y los ciudadanos se sientan bien con el patrimonio, es una mezcla compleja de cosas y el documento tiene que proceder de la reflexión, de la percepción que tenemos de nuestro municipio y esta percepción de la ciudad son muchas cosas: es cultura, es turismo, la movilidad… es decir, esa cantidad de cosas que no se les presta atención y que siempre tenemos la debilidad de fraccionar, es decir, tenemos la facilidad para fraccionarlo todo, pero luego no tenemos esa capacidad de síntesis y esa necesidad de lo que se llama sinergia y es lo que se necesita. El plan es ese marco estratégico donde se especifica los objetivos y a donde queremos llegar, es decir, estamos acostumbrados a que se hable del pasado, estamos acostumbrados a que se hable de nuestro patrimonio, de la Mota, de las historias, de las leyendas, pero nunca se habla del futuro de la ciudad, nunca se habla a dónde queremos ir a parar y eso es lo que pretende este Plan Especial Urbanístico.
¿Qué repercusión puede tener en la ciudad?
-La ciudad como se puede ver ahora mismo, tuvo unas décadas de crecimiento en el extra radio, donde todo el crecimiento fue hacía el sur y a las zonas topográficamente más amables y se ha visto como el corazón del centro histórico se ha quedado completamente despoblado, el patrimonio histórico está cada vez más dañado y lo que hay que fomentar es esa vuelta al casco histórico y revitalizar a través de la sensibilidad y la concienciación ciudadana el que debemos volver con una actitud positiva a ese centro y tratando de resolver la cantidad de problemas que tenemos, ya sabemos que tenemos que usar el automóvil y sabemos que hay que meterlos en las casas, ya sabemos que tenemos que meter ascensores, ya sabemos que tenemos que meter tecnología, calefacción y todo eso hay que mezclarlo en la coctelera y saber resolverlo y resolver significa reflexionar, fomentar y publicitar y que realmente no se quede en cuatro frases, o en cuatro palabras que al final son etéreas y no significan nada porque hay que tomar el toro por los cuernos y tomar decisiones y acciones que lleven y que conduzcan a esa nueva ciudad.

¿Por qué este plan no se puso antes en funcionamiento?
-Bueno, realmente quizás no se ha puesto precisamente por la complejidad que esto conlleva y quizás por qué es necesario hablar mucho de esto, es necesario hablar y no se habla, nos preocupa más el por qué no ha salido ya (la cuestión tiempo) y en realidad no nos preguntamos por qué no ha salido antes en el sentido y quizás esa reflexión a nosotros nos lleva un poco a aventurar que se ha hablado poco de este tema y que es necesario debatir mucho por qué al final la gente se queda con lo superfluo y cuando preguntamos por ¿Qué necesita el Llanillo? Ah, pues necesita más luz, bueno sí, necesita más luz, pero antes de la luz hay otra cosa y es que tiene que haber gente, tiene que haber comercio, tiene que tener actividad, tiene que haber todo eso, es decir, tenemos que llegar a esas últimas consecuencias o esas últimas causas, para que finalmente con una buena luz podamos resolver que se pueda circular, que la gente pueda ir andando sin jugarse la vida, es decir esa cantidad de cosas y de parámetros que tenemos que poner encima de la mesa y necesitamos equivocarnos porque al final el que no toma decisiones,  no se equivoca y el final es tomar decisiones y soy un poco crítico con este tema del patrimonio arqueológico, vamos a utilizar eso para seguir andando, no nos quedemos en la anécdota de la crónica, ni mucho menos, lo que quiero decir es que hay que utilizar nuestra historia para seguir progresando y qué va a aportar nuestra generación a la ciudad, seguiremos viviendo en los siglos de oro de esta ciudad.
¿Qué opinión te merece ahora el Urbanismo alcalaíno?
-Ahora mismo, cómo se sabe el Plan General está agotado, la crisis fue brutal y todos los sectores que quedaban por desarrollar se quedaron prácticamente paralizados, hubo mucha intervención en aquellos años de agentes promotores, donde se especulaba fácilmente, todo era solucionable, la promoción era muy alegre  y ahora mismo Alcalá está parado en el aspecto urbanístico, no hay nada; el Plan General habría que revisarlo ya, quizás con este Plan Especial se está dando un gran paso porque realmente el centro del urbanismo y el futuro de Alcalá, creo que está en el casco histórico y habrá que recomponer y volver a replantearse todas esas unidades que había previstas en el plan que seguramente habrá que desarrollarlas pero no en el tiempo que estaba previsto y los tiempos los irá marcando el mercado, pero dando nuevas soluciones imaginativas para habitar; no podemos seguir haciendo los mismos pisos de antes, ni los mismos chalets de antes, necesitamos residencias para los mayores, no hay plazas y a todo esto hay que ponerle mucha imaginación y quizás para eso los arquitectos tenemos que aportar nuestras ideas pero se necesita esa participación y confiar en ellos y que el político se apoye en gente que pueda aportar mucho a esta ciudad.

¿Qué efectos ha tenido la crisis’
-Ha tenido un efecto mortal, ha habido estudios que han cerrado, constructoras que han ido a la quiebra, promotores que se han visto anulados, pero ha sido porque el mercado se ha agotado, ese sistema en el que se construía o se vendía en planos, todo era muy fácil y llega un momento en que hacemos planes pero estos se vienen abajo porque la cosa no funciona, hay otras razones y factores externos nacionales e internacionales en los que no se puede hacer nada pero claro el planeamiento está para eso, esa era la previsión y cuando los planes se vienen abajo, hay que reaccionar y tenemos todavía el Plan vigente de aquellos años y lo que requiere es que repasemos todo esto y nos recompongamos y el Plan sea lo que se necesite, pero estamos todavía en lo que son las viviendas, las necesidades son otras, con una gran cantidad de gente joven que no tiene vivienda y el derecho a ella ¿Dónde está? ¿Cómo podemos hacer otra cosa? El mecanismo era muy fácil, la vivienda era muy cara y entonces se dijo que lo que había que hacer eran viviendas más pequeñas que serán más baratas y a lo mejor hay que hace viviendas colaborativas, esto que se lleva muchos años haciendo en Europa y que aquí tenemos el sitio adecuado y donde sería muy fácil implantar, pero como no es una solución homologada, porque no tienen la hipoteca prevista, ni tiene los programas sociales apropiados por la Junta de Andalucía. Entonces, estamos un poco en el limbo y todas las posibilidades que se podían generar con esas soluciones diferentes donde se comparten, a lo mejor, zonas comunes, pues todo esto y donde se podía hacer una implementación de población y una fusión de población joven con población más mayor, pues todo esto no se investiga y podría dar muchas soluciones tanto al casco histórico como al urbanismo en general y la nueva ciudad.
-¿Qué debe primar ahora al construir una casa?
-Ahora mismo, la emergencia climática la tenemos encima, entonces es muy importante y de hecho el código técnico se ha modificado y se sigue apretando en los términos térmicos de la vivienda y es muy importante el tema de la eficiencia térmica y el tema de la sostenibilidad, utilizar materiales adecuados, la gente cuando se hace una casa quiere que los materiales sean eternos, que no tengan mantenimiento y ahí hay un poco de contradicción con la sostenibilidad, la madera es un material sostenible por definición, se consume madera pero luego se plantan árboles y se renueva y por ejemplo la madera no se usa en fachadas y hay una gran cantidad de construcciones que se podían hacer con madera y esta lo único que tiene, es que hacerle un mantenimiento y es un tema que tenemos que mentalizarnos y no producir fachadas con azulejos y con materiales no adecuados, pues ni son sostenibles, ni son prototipos de la arquitectura popular. Y en cuanto al gasto de energía existen soluciones, como las llamadas casas pasivas que utilizando la tecnología de hoy, una vez que se hace una buena orientación de la casa, es importante los recuperadores de calor que es los que hacen que la casa esté bien orientada sin que la energía se pierda, las casas pasivas son herméticas y esto es el futuro y se está trabajando y dando soluciones sobre esto. 

-¿Qué necesita el Llanillo para revitalizarlo?
-A todos se nos van los ojos en el Llanillo, porque efectivamente porque es el eje vertebrador, junto con la calle Real, de norte- sur y este-oeste y es el lugar donde se resume todo el casco histórico de Alcalá la Real y lo que necesita, es que todas las calles y todo el tejido que hay a su alrededor esté habitado. Es decir, necesita ser habitable y habitado. El Llanillo no puede recuperarse, no puede haber comercios, si no hay gente que pasee, no que pasen en los coches, que pasee la gente para que pueda comprar. Lo que necesitamos es meter población en el casco histórico y esa población y esas gentes no pueden ser las personas mayores que ya nacieron allí, que ya de por sí son las que no se quieren ir de su barrio, sino que tenemos que meter gente joven y población joven que no tiene vivienda y todo esto hacerlo con mecanismos sociales que están apuntados en el Plan Especial y es que se unifiquen y que se resuelvan las políticas de integración en las que un joven pueda cuidar de un mayor, cosas que hay ejemplos en España y en el mundo, sobre como utilizar que esta gente cuide de un mayor o resuelva necesidades de estas personas y se pueda convivir y las viviendas serían diferentes y se genere esas pequeñas viviendas donde pueda existir esa diversidad de edad y de funciones. Es meter vida en el casco histórico para que esa vida florezca, después, en comercios, en cultura, que la historia del Quinto de Cabildo eso está muy bien, pero que la gente cuando la traigan al Quinto de Cabildo, pues por el Llanillo podrán pasear porque las aceras actuales son muy estrechas y al final es muy sencillo, las aceras tendrán que duplicarse y los carriles de tráfico tendrán que reducirse, no hay otra. Y esto significa que en vez de dos carriles, tiene que haber uno, hacía arriba o hacía abajo, pero uno y habrá que solucionar y habrá que buscar soluciones de ese tipo, pero peatonales y para ello tienen que intervenir la política la primera, que es la que tiene que decidir, pero antes de esa decisión hay que contar con argumentos y es cuando interviene la gente que sea capaz de transmitir ideas, poner soluciones encima de la mesa y elegir la mejor que se considere, pero hay que equivocarse, lo que no se puede hacer, es colocar nuevos pavimentos y la raíz es que los pavimentos sean antideslizantes, o sean más buenos, o más sostenibles, la solución está en lo ancho, en el diseño de ese trazado viario, tener en cuenta a las personas y no a los coches (Ana), la gente pasea por el Llanillo con miedo, por los coches y si vamos por el Llanillo, nos podemos encontrar con un coche a 40 kms y eso es una barbaridad, no debe haber aceras altas sino una plataforma única y a los coches no se les puede poner semáforos, en ese trayecto la prioridad debe ser el peatón y cuando el conductor del automóvil va pendiente de los peatones, es cuando va atento, mientras que las líneas que ahora hay dibujadas en el Llanillo y los semáforos les da una tranquilidad al conductor que  va en una autopista lo que se les genera. No tenemos que ser peatones, tenemos que ser ciudadanos y ser el antiguo ciudadano de esas fotos que todos los bares tienen, esa Alcalá antigua con la gente en mitad de la calle y eso es lo que tenemos que recuperar, pero tenemos que reinterpretar, no es que tengamos que ponernos el sombrero y el burro al lado, sino que tenemos que reinterpretar eso.
Y Ana opinó exactamente lo mismo y también que los jóvenes y las personas mayores somos los más problemáticos, los jóvenes no tenemos dinero para sostener un piso, las personas mayores no se quieren ir a una residencia, aparte de que no hay plazas, tampoco se quieren ir, los mayores están deseando de ver a la gente joven, de tener relación porque tienen otro problema que es la soledad y si esos dos colectivos que son más vulnerables, si se unen, se pueden arreglar muchas cosas con una misma solución y para que haya personas en el casco antiguo y en el Llanillo, necesitamos que la ciudad sea habitable, igual en la plaza del Ayuntamiento hay desnivel, las personas mayores tienen que ir con el andador y esta plaza podía ser de único nivel, no una rotonda que es lo que es ahora y el Llanillo es que da miedo, las aceras son muy pequeñas y todo esto no es habitable. Y para el proyecto de urbanismo en Alcalá, lo primero es que se tomen decisiones y hay un poco de miedo porque es normal, porque no se sabe de urbanismo y como no se entiende, no se habla de él y entonces no se toman decisiones porque nadie quiere tomar una decisión y equivocarse, entonces creo que hay que ser más valientes: Todos.         

lunes, 17 de febrero de 2020

FRAGMENTOS DEL LIBRO 'UN FRAILERO EN ALCALA'







Sentado en esta Alcalá la Real del siglo XXI, veo pasar la historia de esta ciudad. He tratado de aprender algunas cosas de este municipio, ignoro muchas otras. Hago paseos nocturnos y sueño en los días de mi jubilación. Estoy aquí en Alcalá la Real y me empadroné para ser alcalaíno, mi corazón sigue siendo frailero pero puedo compartir ambas situaciones. Subo por el cielo alcalaíno, veo el polideportivo, las fábricas de Condepols y Derprosa que ahora tienen otro nombre; el Chare, el cementerio, las gentes del barrio de Iberoamérica que han edificado sus casas con fuerza y constancia. Veo las campanas de la iglesia del Salvador, el antiguo Centro de Mayores, la Casa de la Juventud, donde pasé muchos momentos, allí hice yoga con Mercedes, visité el Aula de Adultos, la sede del Arte Seriado y asistí a diversas asambleas de partidos políticos y organizaciones de todo tipo.
Por la Avenida de Andalucía me remonto en mi sueño, miro la tienda de Lala que antes estaba frente a la Biblioteca, es una mujer con peculiar forma de ser; el hotel Torrepalma donde fui muchas veces, la librería Ítaca, el Mas y Mas, la casa de Pepe Alameda que lucha contra el consumo de alcohol desde la asociación Alexal; cientos de personas pasan por allí cada día; la Estación de Autobuses está llena de hombres negros que vinieron en busca del paraíso occidental y tuvieron que estirar su cuerpo en el Marino, un edificio abandonado que se iba a convertir en un lugar para el turismo, pero en el camino se transformó en una ratonera para hombres dejados de la mano de Dios. Y Cáritas los atendió y como los Reyes Magos les dio ropa, mantas y chocolate caliente; el reparto de la riqueza no se ha hecho en Alcalá, solo hay caridad y hay poca gente que pase hambre, porque Paco Martín sigue sustentando el Banco de Alimentos, junto con otros voluntarios que siempre responden a la llamada de los que no tienen nada. Estos hombres negros le dan un aire especial a esta ciudad, con su cuerpo negro, con sus teléfonos móviles, con su nada encima de cada día. Los alcalaínos tienen ganas de vivir; se levantan temprano para barrer y limpiar la ciudad; hombres y mujeres vestidos de amarillo, aun cuando el amanecer no ha llegado, ellos están dispuestos, armados de escobas y badiles barren y limpian; mientras los guardias civiles izan la bandera en su cuartel general y en el bar del Rano sirven desayunos a primeras horas de cada día y Juan, su dueño, parte pedazos de jamón y los mete en bolsas de plástico, en este bar lleno de gente y de vida que le toma la temperatura a la Alcalá real cada día, sirve raciones de queso, de jamón, de calamares, o de carne en salsa. Y por allí veo al poeta Rafael Hinojosa tomando un refresco, viendo un partido de fútbol del Barcelona y sale a la calle a fumarse un cigarro y a acordarse de su mujer Victoria. El Chirro allí está y bebe cubatas antiguos, mezclados entre cigarrillos y sigue trabajando con Juande y pasea su soltería por esta ciudad.
En el pub La Lol@ hay música y emoción, la gente suele pasar sus tardes, noches y madrugadas tomando gin tonics sin condiciones, con esas frutas sofisticadas. ¿Qué hago yo en Alcalá? Me visto cada día para salir a la calle, he visto el peso de esta Alcalá cuando fue haciéndose grande, con aquellos y estos socialistas, cuando Elena Víboras se vestía de largo, amasaba proyectos y tenía 1, 2, 3 hasta 115 millones de euros para hacer socialismo urbano, de parador, de autovía, etc. La Alcalá del Urban, de la zona norte, con catorce millones para incentivar la parte más deprimida o triste de esta ciudad; esta Alcalá del Aula de la Naturaleza, de la nueva Mota, del nuevo edificio de las Trinitarias, y Juan Ángel reinando en la fortaleza de la Mota, disfrutando de esta Semana Santa, despegado de Condepols, enamorado de su Alcalá y la abandona y se va a la Diputación Provincial y se codea con los amantes de la cultura de Baeza, Úbeda, Quesada y vuelve a Alcalá para asistir a un pleno ordinario y el socialismo alcalaíno y genuino se debate entre el laicismo y el cristianismo. El nuevo socialismo alcalaíno de la legislatura 2015-2019, de Carlos Hinojosa, de Custodio Valverde, José López, Cecilia Alameda, Juan Francisco Martínez, Cristóbal Cano, María José Aceituno, Eva Bermúdez, pero dicen que hay otro socialismo y ambos están mezclados como si se hubiese hecho una aleación liquida que tiene una mezcla indeleble.
Por el Llanillo va caminando un hombre, desde la oficina de Cajasur anda a pasos lentos, mira el Palacio Abacial, el cielo a lo lejos de su vista; la Caja Rural, el Banco, Unicaja, hay tiendas de medicinas, zapatos, pan y dulces, ópticas, muebles, tiendas de chinos y al final la Virgen de las Mercedes, esa Señora que vela por este pueblo; la calle Tejuela suena a tejar, para hacer tejas y cacharros de barro, el bar Pireo lleno de hombres que beben vino, cerveza, brandy y aguardiente. La Alcalá céntrica, la que saben todos; hay una calle que se llama Oteros y es estrecha, cuando pasa un auto hay que arremeterse contra la pared, al final hay una placeta, allí vivía Pedro y Alicia con sus hijos, ahora la casa está vacía. Hoy llueve por Alcalá, una jornada de lluvia intensa con bajas temperaturas: hoy es 4 de marzo de 2017, en la ITV que inauguró el alcalde Juan Rafael Canovaca, había diez o doce personas que esperaban el turno para inspeccionar sus autos, cobran 44 euros por cada uno y miran algunos puntos del automóvil, al final te dan un sello y te dicen que vuelvas el año que viene. He ido por la Avenida de Portugal y la lluvia me daba en el parabrisas, mientras la radio hablaba de los transexuales. En la calle Mesa tenía Cigarrón un almacén de bebidas de todas clases, Moisés Villén iba a comprar un coñac caro, se llamaba 1868 y la hija del dueño se lo vendía pero no quería porque era caro, parecía advertirle que había otros más baratos. 

En el barrio de Las Cruces había casas en malas condiciones, el Plan Urban propició el rehabilitamiento de la zona, se hizo una buena acción y el lugar ganó por todos lados. Hay casas bonitas donde da el sol, las vistas son alucinantes y Alcalá se rinde a nuestros pies. Por aquellas calles estrechas subí varias veces, una en busca de Pedro que vende cupones y les dice a las mujeres: Bombón me compras un cupón. Pedro borda el manto de una virgen de Semana Santa y da puntadas sin hilo y anda y corre Alcalá de punta a rabo, varias veces al día, ofreciendo la ilusión de los dineros del cupón de la ONCE; como Sergio otro vendedor que anda y saluda a sus clientes, emite una sonrisa grande y le dio un premio de 9 millones de euros a Santi el Pescadero, después se murió pero eso le pasa a cualquiera.
 


sábado, 8 de febrero de 2020

RODRIGO PÉREZ FERREIRA DA ESENCIA AL CARNAVAL ALCALAÍNO



Hay personas que marcan fechas y eventos en el calendario festivo de los pueblos y esto es lo que hizo la noche del pasado viernes, Rodrigo Pérez Ferreira, que con su pregón de Carnaval dio esencia, entidad y participación a esta fiesta que se ha ido transformando a lo largo de los últimos 40 años.
El pregón del Carnaval 2020 fue presentado por Edi Cano, pero en primer lugar el edil de Festejos, Jesús Aguilar, animó a toda la ciudadanía a vivir esta fiesta anual y fue consciente del papel que juegan los carnavaleros alcalaínos. El presentador dijo que habían acertado con el pregonero por ser un hombre del Carnaval y por haber participado en 14 carnavales y ser uno de los testigos para que el Carnaval alcalaíno no desapareciera, estableciendo un nuevo camino, aportando una nueva sensibilidad a esta fiesta, desde la rima, a los decorados y en la evolución de los componentes de las chirigotas.
Y en esto llegó Rodrigo al escenario del Aula Magna del Convento de Capuchinos, llena pero no a reventar, plena de gente del Carnaval, familiares, aficionados y políticos del gobierno y de la oposición y Rodrigo Pérez hizo un pregón sencillo, compartido, barato y dando la importancia a cada persona que ha intervenido en este evento festivo anual. Y pidió la colaboración del público, a través de un cartel que decía ‘Cómo pasa el tiempo’ y por la solemne Aula Magna del Convento de Capuchinos fue pasando la historia del Carnaval alcalaíno de los últimos años, desde los siempre recordados Vega, pasando por Paco Moya, o Jesús Borrego. 

Rodrigo Pérez Ferreira no llevaba disfraz y siguió desgranando su pregón con su vestimenta de todos los días, fue dando rasgos de su personalidad, de cuando comenzó a participar en el Carnaval, ‘eran otros tiempos y no había maldad’ y añadió que ‘hemos avanzado en la educación y tolerancia y el Carnaval no debe tener censura y debe tener permiso para todo’.
Después Rodrigo Pérez Ferreira compartió e hizo más grande su pregón, subiendo al escenario a sus amigos y chirigoteros, como Antonio Baeza, José Luis Álvarez, Jesús Rosales y a varios más que formaron y cantaron coplas de anteriores carnavales alcalaínos y el cartel de ‘Cómo pasa el tiempo’ siguió sacándolo y el público lo coreaba.
Rodrigo dijo que no entendía el Carnaval sin toda esta gente y añadió que se le debe mucho a los Vegas, y a la señorita Pepi y a Borrego, a todas las personas que cada año se consagran a esta fiesta y ofrecen sus letras, sus músicas a la población alcalaína.
Y Rodrigo Pérez Ferreira no se iba a quedar sin disfraz y con su teléfono móvil llamó para que le vendieran su disfraz y en pocos minutos un repartidor acudió al Aula Magna del Convento de Capuchinos y Rodrigo se vistió de un personaje de ‘Juego de Tronos’.
Después, Rodrigo dijo que el problema del Carnaval alcalaíno es que tiene un nivel muy alto e invitó a todo el público a formar una chirigota y cantarla en el escenario y muchos salieron allí y contribuyeron a dar sus notas al Carnaval.