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viernes, 30 de noviembre de 2018

LOS HIJOS DE LOS PATANES GOBIERNAN ALCALA DESDE HACE 40 AÑOS


Estuve en el mitín que el PSOE celebró el pasado 29 de noviembre en el teatro Martínez Montañés y me quedé con la frase que dictó el consejero de Fomento, el alcalaíno Felipe López, y era que 'los hijos de los patanes gobiernan Alcalá', sí es verdad que lo hacen y desde más de 39 años. Pero en el mitin estuvieron muy normales, acudieron unas 110 personas y la actitud de los líderes socialistas no fue la más indicada, en el sentido de que no le pusieron pasión a lo que decían. Mantuvieron un discurso tranquilo y como de estar por casa. El edil de Festejos, el joven socialista Custodio Valverde habló de la problemática de los estudiantes y alabó el gobierno de Susana Díaz; la diputada María Eugenia Valdivieso no levantó a los socialistas de sus asientos. El alcalde alcalaíno Carlos Hinojosa sacó un recorte de prensa en el que Marino Aguilera del PP en unas declaraciones decía que su partido no era de fiar y por último el consejero de Fomento, el alcalaíno Felipe López llevó el peso del mitín, y lo hizo con tranquilidad, aunque admitiendo la aureola salvadora de papá Mercado, del bien que hacen las empresas a la sociedad, de lo mal que lo hace la izquierda 'Milagrera' y de otro tanto de los partidos de derechas. Dijo que la derecha miente y manipula y que Podemos conquistó el cielo y se cayó. Por el contrario, la labor socialista no ha tenido parangón, convirtiendo a Andalucía desde una sociedad de subdesarrollo en una sociedad con una trayectoria enorme y sin parangón. Habló de realismo, diciendo que nunca habían engañado a nadie y que no hacen milagros,

jueves, 29 de noviembre de 2018

UN DIA CUALQUIERA EN EL PASEO DE LOS ALAMOS


Una mañana cualquiera en el Paseo de los Álamos es como adentrarse en la vida de la ciudad de la Mota. Este lugar toma el pulso a la población y se convierte en un referente de la misma, una especie de espejo donde se pueden mirar muchas cosas.
Un buen número de automóviles entran en dicho parque cada día, algo que en años anteriores no se producía porque se guardaba este sitio como una especie de oasis para la ciudadanía. Observando veo a una furgoneta que entra por la calle Miguel Hernández, da un rodeo hasta llegar a la fuente de arriba, un trabajador municipal se baja de la misma y realiza una operación con un par de aparatos pequeños, el tiempo de estancia no es superior al cuarto de hora, finalizada su acción, el empleado municipal deja sus herramientas en la furgoneta y realiza el camino contrario. En el interior del Convento de Capuchinos, concretamente en la llamada Lonja del Arcipreste, otro activo hombre municipal prepara el espacio para montar el belén de Navidad que cada año se coloca por allí, otro auto municipal está dicho lugar, con el que ha transportado los diversos materiales que componen el montaje navideño. En el centro de dicho parque hay dos furgonetas una frente a otra y varios trabajadores de una empresa que parece que están colocando una especie de alumbrado navideño.
El suelo del Paseo de los Álamos está raro, una especie de pátina hay en el suelo, como consecuencia del devenir diario y de los diversos actos que allí se celebran, como por ejemplo el paso de procesiones que con la cera de las velas deja el pavimento sucio y lleno de alguna sustancia que es difícil de quitar.


Todo el parque es cuidado y limpiado de forma regular y varias personas contribuyen a ello, como los limpiadores municipales que hacen un trabajo diario y las personas que protegen los árboles y las plantas.
En el Paseo de los Álamos hay un bar restaurante que abre todos los días, excepto los lunes y coloca una serie de mesas y sillas para que sus clientes puedan tomar los desayunos y las diversas comidas y bebidas que ofrece este local. Hay, también, una churrería que rinde a su clientela pues eso tejeringos, café, chocolate y otros tipos de bebidas. Igualmente hay tres bares en la parte de abajo que colocan sillas y dan una serie de comidas y bebidas.
Hay personas mayores y jubiladas que van cada día por allí con alguno de sus nietos, cuando es la hora del recreo un gran número de alumnos de las Escuelas de la SAFA se adentran en el Paseo y toman su desayuno en varios sitios estratégicos. Un buen número de jubilados pasan varias horas por allí, alguno hace ejercicios físicos en los diversos aparatos que una entidad bancaria colocó por allí. A la Biblioteca Municipal van entrando y saliendo sus diversos usuarios, los estudiantes que preparan oposiciones o estudian o trabajan cada mañana, algún investigador que cada día se asoma al Archivo Histórico Municipal, los lectores de prensa diaria y algunas personas más que van a leer o a llevarse algún libro.
En los bancos hay diversos ciudadanos, jóvenes negros que no han encontrado trabajo y toman el sol y escuchan música en su teléfono móvil, personas de otras nacionalidades que descansan en algún momento, más jubilados locales que van y vienen a lo largo de este lugar de asueto y ocio. La gran mayoría lleva zapatillas deportivas, pantalones vaqueros, y sobre todo ahora que va a llegar el invierno un anorak, o especie de prenda acolchada de poliuretano ultraligero que se está imponiendo en cada uno de los vecinos de Alcalá la Real y en otras partes del mundo.

jueves, 22 de noviembre de 2018

LA MAYORÍA ABSOLUTA NO DA LA FELICIDAD


El PSOE de Alcalá la Real no es un partido feliz, a pesar de haberse mantenido en el poder durante los últimos 39 años, no se muestra satisfecho o al menos eso me parece a mí. Tener la mayoría absoluta no quiere decir que tengas la verdad, ni aunque todo lo que propongas, salga adelante. Tener la mayoría absoluta no quiere decir que Alcalá la Real sea un ejemplo de participación ciudadana, ni de ser otro ejemplo de transparencia. Tener en un municipio con 1.500 viviendas vacías no quiere decir que se haya solucionado el problema de la vivienda, ni tener una residencia de mayores de cinco estrellas, quiere decir que se haya solucionado la falta de plazas para estos vecinos. Decir durante 39 años que vamos a combatir el desempleo, no quiere decir que estemos en el pleno empleo. Decir que hay caminos escolares seguros, no quiere decir que lo sean. Eso sí, la mayoría absoluta es efectiva; llegas a una sesión de pleno municipal, se presentan diversos puntos en el orden del día, unos de una manera, otros de otra, pero todos se van aprobando con la mayoría absoluta. La mayoría absoluta vale para andar por casa, porque para moverse en lo nacional ya es distinto; porque la mayoría absoluta no ha conseguido que se lleve a cabo el proyecto del parador y hay una frustración general porque no tenemos autovía; nosotros que tenemos mayoría absoluta en el pleno del Ayuntamiento, no podemos tener una autovía. La mayoría absoluta sirve para aprobar las ordenanzas fiscales, el presupuesto general anual, para que venga Medina Azahara a tocar, para organizar una magna exposición sobre el gran Martínez Montañés, para decirle a la oposición que aquí mando yo, para edificar el Convento de la Trinidad, programar muchos eventos deportivos y licitar lo que es licitable. Eso sí, con la mayoría absoluta no se juega, la oposición puede hablar, decir lo que pueda, patalear, presentar mociones, hacer ruegos y preguntas, pero luego viene la mayoría absoluta y manda callar a todos y no hay nada que hacer. La mayoría absoluta es la democracia y hay que acatarla, sí, la hemos acatado durante todos estos años, no hay otra.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

JUAN BOLIVAR, UN ÓPTICO INTERNACIONAL


Juan Bolivar es un óptico especial que se instaló en Alcalá la Real y considera que vivir en esta ciudad es una bendición y que desde aquí se pueden hacer muchas cosas.

-¿Por qué se instaló en Alcalá la Real?

-Pues básicamente porque soy de Benalúa de las Villas, estuve trabajando fuera en distintos sitios de la Península varios años como óptico y quería volver para montar mi propio negocio y Alcalá es un pueblo que siempre me ha gustado, tenía mucha relación con Alcalá desde pequeño y decidí venirme aquí por cercanías y por negocio evidentemente.

-¿Qué se puede hacer desde Alcalá la Real?


-Desde mi experiencia personal de trabajo, cambió un poco el concepto de que el estar en un pueblo no tiene por qué limitarme en lo profesional para llegar a las metas que tú quieras, no hay que estar en una gran ciudad para poder realizar el trabajo mejor que puedas hacer y tener reconocimiento a nivel, incluso, internacional como me ocurrió a mí, porque yo los primeros años de empezar a hablar con compañeros sobre lo que hacía, era el primero que tenía ciertos prejuicios y me decía que habría por ahí gente que hiciera las cosas mejor que yo, porqué yo total estoy en un pueblo, era el primero que me ponía ese límite, después me di cuenta que no, hasta el punto de que tengo muy claro que quiero seguir aquí y prefiero criar a mis hijos aquí, en la calidad de vida que se tiene en un pueblo de las características de Alcalá que creo que son muy buenas, todo pensando a nivel familiar y en lo profesional no tiene que ser una limitación, al contrario, me está sirviendo para un estímulo y se trabaja muy bien y se puede desarrollar en lo profesional cosas que pueden llegar a alcanzar la internacionalidad y he sido invitado a numerosos congresos internacionales.

-¿Cómo te avisaron para impartir másteres en la Universidad?

-Pues fue a raíz de conseguir el Fellow de la Academia Europea de Ortoqueratología, digamos un título muy relevante de este mundillo, en la Universidad estaban haciendo un proyecto nuevo para el máster de Óptica y Optometría en el que querían ampliar la parte clínica y ahí decidieron contar conmigo para el tema de lentes de contacto especiales, me llamaron para ser profesor externo y estoy dando clases allí desde el 2015. La relación con los alumnos es muy buena por qué era una cosa que no buscaba y no me había planteado nunca pero me gustó porque al final cuando haces una cosa con pasión, gusta transmitirla y que otros aprendan un poco de lo que estás haciendo, con lo cual es una satisfacción también, de hecho a raíz de esto, me comenzaron a llamar para otros congresos y me planteé dar cursos para el Colegio de Ópticos.

-¿En qué basas los fundamentos de tu vida?

-La verdad es que ahora mismo estoy intentando buscar un equilibrio entre el trabajo que para mí tengo la suerte de que es como un hobby porque disfruto mucho, pero como todos los hobby como te dejes llevar, te ocupan muchísimo tiempo. El equilibrio lo quiero encontrar sobre saber llevar este trabajo entre la óptica de Alcalá, la Universidad y los cursos de formación y todo esto intento compaginarlos con mi familia, pues tengo dos niños que quiero ver crecer. Esos son mis pilares ahora, la familia y la parte profesional e intentar disfrutar.

-¿Qué ofrece Alcalá a una persona como usted?

-Pues sobre todo calidad de vida en cuanto a la cercanía de todo, en cuanto a que me he criado en un pueblo y me gusta sentir la sensación de vivir en un pueblo, esa cercanía de la gente y no me gustan las ciudades grandes donde todo el mundo va a su bola y nadie se para y tardas dos horas en llegar a tu trabajo y esta cercanía sí que me gusta, la disfruto y la situación geográfica la disfruto también y ahora mismo Alcalá es un pueblo que no me planteo cambiar.

-¿A qué aspira como empresario?

-Lo que intento sobre todo y mis pilares a la hora de regir mi negocio, es la mejor atención sanitaria más completa posible y para ello se necesita estar muy bien formado, tener formación e invertir mucho en aparataje especializado, porque hoy en día la ciencia ha avanzado mucho y lo que intento es tener los últimos avances tecnológicos y los últimos conocimientos formativos para intentar hacer el mejor servicio posible. En la consulta intento dar un servicio especializado donde se abarcan problemas complejos que en muchos sitios cuesta trabajo llegar a detectarlos.

-¿Y sobre los congresos que cuenta?

-Iba a los congresos como oyente y siempre me ha gustado mucho formarme, entonces y desde los años 2009 a 2013 veía que aprendía mucho pero también que en algunos casos concretos tenías aspectos resueltos más complejos que lo que exponían los ponentes de dichos congresos y lo hablaba con compañeros con los que me relacionaba y lo comentábamos y ellos me animaban aunque en aquellos momentos tenía ciertas dudas y como estaba en un pueblo, esos eran los miedos que tenía y pensaba que habría por ahí mucha más gente que haga cosas más importantes que las que yo hago para salir a algún sitio a hablar. Hasta que llegó un punto en el que en 2014 en uno de estos congresos pues me cogió una persona que fue la gota que colmó el vaso y me dijo que estaba perdiendo el tiempo y me pidió que en el próximo congreso expusiera mis casos y me quedé pensativo, diciendo si este hombre me lo dice por qué no lo voy a intentar y cuando los expuse, aquello comenzó a disparatarse un poco porque me seleccionaron como uno de los candidatos a Fellow desde la Academia Europea que seleccionaba a cinco en toda Europa y de esos cinco mis casos fueron los más punteros y a partir de ahí todo vino rodado y cogí cierto renombre y todo el mundo quería saber qué es lo que hacíamos aquí con pacientes de Alcalá y de los alrededores y como los superábamos para tener resultados satisfactorios y empezaron a invitarme a congresos nacionales y ya iba como ponente y el tesón y el trabajo de intentar hacerlo mejor, me llevó a otros congresos internacionales como el Europeo de Venecia y fui el segundo español que fue invitado a un congreso americano que es el más importante dentro de lentillas especiales y además con buenos resultados. La investigación que estoy haciendo es como mejorar los diseños de las lentes para tener más eficacia y más seguridad en casos que hasta ahora eran más complejos de resolver, hablamos de lentillas nocturnas y combatir la miopía infantil.

-¿Cómo es la salud óptica de los alcalaínos?

-Está bastante bien, en general como en todos los sitios hay ciertas complicaciones más o menos frecuentes por cuestiones de clima y de latitud pero en general no difiere mucho del resto.


lunes, 19 de noviembre de 2018

EL OTOÑO EN LA SIERRA DE LA MARTINA

La Naturaleza nos da alegrías y contribuye al bienestar del cuerpo y de la mente, visitar la Sierra de la Martina en estos días, es vivir una serie de emociones y los sentidos se despiertan al andar por estos caminos. Los colores se presentan a la vista y los tonos de amarillos de los álamos y de las nogueras que acaban de desprenderse de sus frutos, forman toda una paleta de matices de gran intensidad.
Desde la carretera de Alcalá la Real hasta llegar a Valdepeñas de Jaén, la Sierra de la Martina se ofrece a todos los visitantes, a pesar de sus peligrosas curvas y eminentes sustos en cada una de ellas, el cielo se presenta con un gran esplendor y el paisaje es variado y sorprendente. Superados los Tajos de Pucherete y el cortijo de Buena Vista, se llega a la Fuente del Raso, donde se puede descansar y beber agua para seguir el camino; las cabras y ovejas se van haciendo presente en los diversos prados de aquellas pendientes, aún se vislumbra la silueta de algún cabrero que sigue la estela de aquellos antiguos que cada día arrancaban el sustento para sus animales, de todas estas tierras; se ven diversos automóviles aparcados en los bordes de la carretera y sus conductores han emprendido el camino de búsqueda de las llamadas setas de cardo, un gran manjar que aún se encuentra por estos lugares pero que no todo el mundo alcanza; hay que ser experto y conocer algunos sitios donde suelen crecer, aunque hay mucha gente que tiene suerte y da con el lugar apropiado.
El viaje prosigue hasta llegar al Alto de los Collados, las chaparras se van presentando como el árbol más habitual de estos parajes, sus siluetas verdes perennes y sus troncos se repiten a un lado y a otro de la carretera; en los Llanos del Ángel la altura va bajando y siempre hay un par de personas por ese lugar; el pequeño puente que los une a la carretera parece postizo y un cortijo se vislumbra a la izquierda, deshabitado porque casi nadie quiere vivir en esta tranquilidad aislada. Nuevas y constantes curvas se va presentando en el camino y los conductores deben tener un gran cuidado para que los automóviles que vienen en sentido contrario no den sustos irreparables; el cortijo de la Colmenilla se presenta a la izquierda en lo alto del horizonte, se van presentando nuevas encinas y hay una avenida entera de chaparras que dan al ambiente una especie de esplendor natural. El Cortijo del Hoyo es como una pradera que se mantiene verde eternamente, la vivienda ha sido remodelada por sus actuales dueños. Pasado el Cortijo del Hoyo y como siempre zigzagueando las diferentes curvas, se encuentran los prados más verdes y bellos de esta Martina y se siguen viendo los prados donde los habitantes de la comarca siguen buscando las ricas setas de cardo que es uno de los manjares gastronómicos del otoño de estas tierras.
La Martina es la gran señora de estas altitudes, desde ella se divisan los pueblos que la limitan como pequeñas motas que blanquean a lo lejos. Ella da cobijo a los animales y huele a retama, a tomillo o a romero, olores de incienso que elevan el viaje por estas tierras. Aquí, en estos solitarios parajes la vida parece que se detiene; las retamas se balancean con el viento y las encinas se mantienen inhiestas, se mastica el aire limpio y perdices y conejos siguen jugando al escondite y cuando notan que alguien se acerca, saltan rápidos y se van perdiendo a lo lejos como asustados por el ruido de los artefactos a motor.
Por allí, algún abejaruco y varias urracas dan graznidos al viento, como queriendo decir que ellos son los reyes de estos montes y seguirán siéndolo.
Ahora, en la Sierra de la Martina ha llegado, también, la modernidad y no se ven cabreros con el ganado como antaño, pero si se pueden ver decenas y decenas de ovejas pastando en los diversos lugares, pero están vigiladas, tienen acotadas sus dependencias, viven en semi libertad; en plena carretera se puede ver la tierna imagen de una oveja con su cría que la está amamantando. Los antiguos cabreros se han transformado y ahora las cabras y ovejas viven en una gran nave, de la que pueden salir todos los días y donde tienen asegurada su comida. Los antiguos cabreros que cada día subían con su ganado a esta sierra, como ‘Piruela’, ‘Dondín’, Hilario han ido desapareciendo, aunque aún queda alguno como ‘El Cuqui’ que sigue siendo fiel a estas montañas y que cada día las recorre y conoce cada rincón de esta tierra.
Alcalá la Real, Valdepeñas de Jaén y Frailes tienen en la Sierra de la Martina un pulmón medioambiental de gran importancia; con una altitud de 1.552 metros, es uno de los puntos más altos de la comarca.

domingo, 4 de noviembre de 2018