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miércoles, 16 de noviembre de 2016

AYER, VOLVÍ A PASEAR A UN PERRO


Sin pensarlo, ayer volví a pasear a un perro. Tomé aquella cuerda, se la coloqué en su cadena y nos tiramos a la calle. Pocas veces he sacado a un perro a pasear. Yo tuve un perro callejero que se venía detrás de mí y no se separaba, no le hacía falta tener una cuerda. Él andaba a su manera y cuando quería verme, aparecía y los dos juntos nos paseábamos y nos divertíamos. Erámos medio libres.
Pero ayer, tuve que llevar a Elvin con una cuerda y a veces nos entendíamos y otras veces no. Me miraba y casi me decía que no estaba de acuerdo, él se entretenía en cualquier cosa, olía las macetas, en las esquinas se paraba, seguía oliendo y me miraba. Orinó por tres veces y defecó una, tuve que recoger sus excrementos con un pañuelo, meterlos en una bolsa y quitar la 'caca' de en medio de la calle.  
Nos fuimos por el recinto ferial, andamos poco a poco, se entretuvo oliendo a otros perros y quería estar con ellos, pero el dueño de los otros saldó la cuestión, llevándoselos sin contemplaciones.
Después, Elvin y yo nos fuimos a un lugar y estuvimos hablando. Me decía que tenía mucha suerte con la vida que llevaba que tenía una persona que lo cuidaba, lo amaba y jugaba con él. Más tarde se quedó dormido y creo que soñaba porque suspiraba y temblaba, yo también me quedé dormido. Cuando despertamos, nos miramos y habían pasado decenas de minutos. Él me instaba a salir, de nuevo, a la calle y allá que nos fuimos, cuando salimos, la noche se había echado encima y la Superluna seguía brillando. Estuvimos merendando y seguimos hablando, era difícil entrar en el mundo perruno pero ambos nos adaptamos y cuando Elvin se tuvo que ir, me miró fijamente y creo que me dijo: Espero que nos demos otro paseo un día de estos.

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