Ya es normal ver por el Paseo de los Álamos grupos de gente que han llegado en autocar a la vieja estación de autobuses junto a la iglesia de San Antón.
La fortaleza de la Mota sigue siendo la estrella y hacía ella se dirigen los turistas para ver y disfrutar sus diversas dependencias. Desde el Centro de Interpretación, pasando por la Torre de la Cárcel e incluso disfrutando de las exquisitas vistas que alcanzan hasta las nieves de Sierra Nevada.
Pero no solo es la fortaleza de la Mota, ya en el centro de la ciudad, el Palacio Abacial se exhibe como oficina turística y museo municipal, abarcando una serie de épocas que reunen objetos desde la Prehistoria en sus distintas salas. Igualmente, el propio Palacio Abacial siempre ofrece alguna exposición de pintura u otras artes, actualmente se expone una sobre la Semana Santa.
En la plaza del Ayuntamiento, también, se ven muchos turistas, la propia Casa Consistorial es un buen monumento y las Casas de Enfrente, ofrecen otro aspecto de la arquitectura civil alcalaína.
En el plano religioso, los turistas y visitantes pueden llegar a contemplar la iglesia de Consolación, la de las Angustias o la de San Antón entre otras.
El propio Llanillo, la vía principal ofrece una arquitectura propia de los primeros años del siglo XX, cuando la burguesía alcalaína comenzó a funcionar con diversas empresas.
A la hora de comer, Alcalá la Real ofrece diversos lugares, como los bares, con tapas autóctonas a buenos precios y también restaurantes que ofrecen calidad y buen precio.
Unas 27.419 personas pasaron por los puntos de información turística a lo largo de 2013, un 32,5% más que en 2012. Estos datos son los registrados tras visitar los monumentos, pero el número de visitantes global, que visita Alcalá por otros motivos, como Etnosur, el Dessafío, etc. sin registrarse en los monumentos es mayor y de esto no hay estadísticas oficiales.
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