El pasado martes, en el blog de Nono Vázquez leía que los gobernantes deben estar donde esté el pueblo, refiriéndose a la procesión de la Candelaria y discrepo de esta opinión, porque la cuestión es muy personal, íntima, no básica y tampoco es imprescindible. El pueblo y sus gobernantes pueden ir a muchos sitios, pero si hay unos cientos de personas, creyentes, que su afán es ir a una procesión, no sé porqué tiene que sumarse a ello el gobierno municipal o una representación del mismo.
Yo creo que el gobierno municipal está ahí para resolver y gobernar cosas necesarias e imprescindibles, como son que los ciudadanos puedan tener algo que llevarse a la boca, tener un cobijo, sanidad y todo lo necesario para afrontar la vida con dignidad, pero que tenga que ir a una procesión, a un festival, o a un congreso, son cosas superfluas y cada uno debe elegir al lugar donde va.
La religión, la fe, las creencias, las procesiones son asuntos muy íntimos que cada uno debe resolver.
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