Carlos Hinojosa, concejal de Presidencia y Hacienda en el Ayuntamiento alcalaíno, se ha convertido en el hombre fuerte del 'socialismo' alcalaíno. Las explicaciones que dio sobre los presupuestos generales del Ayuntamiento para el año 2013 los ha hecho él con su equipo. Y sus compañeros lo felicitaron, incluso mientras se celebraba el pleno. Estaba este hombre contento, satisfecho, parecía que todo le salía bien y la oposición no lo apoyó y votó en contra de estos presupuestos. Y claro, como faltaba una edil del PSOE tuvo que ser el voto de calidad de la Alcaldesa quien solventara el empate técnico.
Y digo yo, que no tiene tanta mayoría el PSOE para imponer los presupuestos que ellos solos aprobaron, porque la mayoría que hoy luce el PSOE alcalaíno es solo de un concejal y de unos pocos votos más que la oposición y el PSOE debería haber tenido en cuenta algunas de las pretensiones de la oposición. Porque rebajar gastos en algunas partidas no es ninguna cosa para rajarse las vestiduras, incluso para Etnosur porque en tiempos de crisis hay que recortar en diversión.
Y también digo yo que no está el Ayuntamiento alcalaíno para tirar cohetes y decir que goza de una situación positiva, cuando tiene una deuda de (unos dicen que de 9 millones de euros y otros de 13 millones de euros). Sería una posición positiva cuando tuviese un superávit de 1 millón de euros. Mientras tanto, las urgencias del hospital de alta resolución no se abre porque cuestan mucho dinero, o no será porque los socialistas se equivocaron y abrieron dos hospitales a una distancia de menos de 20 kilómetros. Aún no se sabe si se abrirá la nueva guardería infantil que tanto bombo y platillo tuvo en sus inicios.
Los socialistas alcalaínos deberían tener en cuenta a la oposición, porque la oposición son también los alcalaínos y deberían tener en cuenta a IU porque Vicente Moreno solo pide que se cuente más con el pueblo, y la participación ciudadana en Alcalá la Real como en otra parte es escasa, y es escasa porque no se fomenta, hemos creado o han creado una democracia coja que llama a los ciudadanos a votar cada 4 años y hay que hacer fuerzas para que la democracia vuelva al pueblo. Hablar con los vecinos, tener charlas y coloquios con ellos es bueno, pero la buena democracia es pedir la participación ciudadana para decidir el futuro de un pueblo.
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