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domingo, 17 de junio de 2012

300 ENCAJERAS EN ALCALÁ LA REAL

Hace ya mucho tiempo que los ajuares los hacían las propias mujeres durante mucho tiempo hasta casarse y muchas mujeres en nuestros pueblos de la comarca practicaban el arte de hacer bolillos . Con diversos hilos y con los palos de madera elaboraban sábanas primorosas, manteles bordados, tapetes o otras prendas. Ahora hay mujeres y algunos hombres que han recobrado esta labor y ayer se pudo ver en la plaza del Ayuntamiento a unas 300 encajeras que hacían su encaje de bolillos y sobre todo han conservado este tipo de manualidades para las generaciones futuras.
Ayer desde antes de las 11:00 horas, las encajeras se instalaron en la plaza del Ayuntamiento, allí también estaban algunos concejales para darles apoyo, la edil de Agricultura, Montserrat Moyano; el concejal de Cultura y Universidad, Rafael Hinojosa; la edil de Bienestar Social, María Villegas y el concejal de Empleo, Rafael Romero, que trataron de ver los diversos trabajos que estas personas hacen y mostrar su apoyo para que estas labores no se pierdan y puedan seguir haciéndose en el futuro.
Antes, las mujeres de la Sierra Sur se colocaban en sus puertas, al fresco y hacían estas labores que suponian el ajuar para casi toda la vida, con sábanas en las que tardaban meses y meses en elaborarlas, hacían primores con estos simples bolillos y con los diversos hilos que se comproban. Pero la vida cambió y las manufacturas se hicieron dueñas del hogar, eran más baratas y se tardaba menos tiempo en hacer una prenda.
El encaje de bolillos es una técnica de encaje textil consistente en entretejer hilos que inicialmente están enrollados en bobinas, llamadas bolillos, para manejarlos mejor. A medida que progresa el trabajo, el tejido se sujeta mediante alfileres clavados en una almohadilla, que se llama ‘mundillo’. El lugar de los alfileres normalmente viene determinado por un patrón de agujeritos en la almohadilla.
El encaje de bolillos se puede realizar con hilos finos o gruesos. Tradicionalmente, se hacía con lino, seda, lana y posteriormente con algodón. También con hilos de metales preciosos. Hoy en día también se realiza con una gran variedad de fibras sintéticas, con alambres u otros filamentos.
Ahora, el encaje de bolillos es testimonial, pero alrededor de él hay mucha gente que quiere que este tipo de labores permanezcan, porque hay gente para todos los gustos y también hay algunas personas que quiere que sus sabanas estén hechas con estas labores, también hay personas que quieren aprender esta técnica.
La aparición de la máquina bordadora diseñada por John Heathcoat en 1806 al principio sirvió de acicate a los artesanos para que inventaran diseños más complicados que las máquinas no podían realizar, aunque finalmente la mecanización dejó sin trabajo a los artesanos casi completamente.
Las encajeras ya no forman gremios como antes porque esos tiempos ya han pasado, pero los encuentros que realizan a lo largo y ancho de la provincia y en otros lugares de Andalucía y de España sirven a estas mujeres y hombres para compartir y ver los trabajos que cada uno de ellos hace. También para aprender técnicas y para ver los diversos géneros, porque hay entorno a las encajeras una serie de tiendas ambulantes que ofrecen todo tipo de géneros y de instrumentos para hacer los encajes de bolillos.
Las 300 encajeras inscritas ayer en Alcalá la Real compartieron una jornada única y entrelazaron sus vivencias.

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