LO QUE HEMOS AVANZADO.-
Santiago Campos.-
No cabe duda que durante estos casi 30 años de democracia hemos dado un gran salto cualitativo en el municipio. Y para ello hay que tener memoria histórica de la buena y no de esa que saca a los muertos de las tumbas para restregárselos a unos y a otros.
Recuerdo las miserias que hemos pasado en la dictadura cuando no había nada para casi nadie. Cuando Rogelio el del camión lleno de mantas, venía a vender baratijas de borra y hacia lotes que compraban los que podían. Había gente que vivía en una cueva junto a las Carboneras y despiojaban a sus hijos, al sol, en la calle Cuevas. Las mujeres lavaban la ropa en el río, dando pulpejo, con jornadas de sol a sol, cuidando de los hijos al mismo tiempo y sin nada que llevarse a la boca. Los hombre haciendo la plaza, para poder llevar un jornal a su casa, cosa que casi nunca se producía porque los que tenían que eran pocos, escogían a los que consideraban convenientes, con jornadas de sol a sol por unos miserables reales.
Recuerdo que no había seguridad social y teníamos que estar a expensas de un médico para curarnos, tratar de caerle bien y sin poder comprar las medicinas porque su precio era prohibitivo para casi todos. Fueron unos años duros y sin embargo salimos adelante, con muchas fatigas.
Después, gran parte de los fraileros salieron fuera a buscar otras vidas, a Francia, Alemania, a la fábrica Renault de Sevilla, pudimos salir adelante, vimos que había otras formas de vivir, de luchar, de progresar y las aprovechamos como cualquier españolito de a pie. Fueron tiempos difíciles pero los superamos y cada vez nos ha ido mejor.
Y llegó la democracia y vimos que conseguíamos derechos que nos iban dando a cuenta gotas, pero los daban. Vimos que hacían mejores escuelas, consultorios sanitarios, carreteras, pistas polideportivas, casas de la cultura, mejores prestaciones para los trabajadores. Y seguimos progresando y vimos que la democracia era buena. Que podíamos entrar al Ayuntamiento como si fuese nuestra casa, que podíamos protestar cuando alguna cosa no estaba bien. Vimos que los gobernantes eran personas como nosotros que podían acertar y equivocarse.
Y llegó un momento que nos apuntamos casi todos al paro, muchos sin merecerlo, porque era fácil hacerlo y abandonamos algunos oficios como el de barbero, talabartero, sólo queríamos el dinero fácil, y no contentos con eso, inscribimos a nuestros hijos y a nuestras mujeres también en el desempleo agrario y vimos que teníamos más dinero, que con lo que nos daba el Estado y con lo que conseguíamos trabajando, podíamos tener mejores casas, un coche e incluso ir a la playa algunos días.
Y seguíamos votando cada cuatro años y los socialistas nos seguían gobernando, entre tanto, hemos seguido avanzando. Ya no se ven mujeres despiojando a sus hijos en las mañanas de invierno, ahora, todos los niños van a la escuela peinados y bien comidos y sus padres forman cada día un virigay en la puerta del colegio, porque los traen en automóvil, que en cada casa hay uno o dos. Y seguimos en libertad, votando a las personas que nos interesan que nos gobiernen, unas veces con más acierto que otras, pero son los que nosotros elegimos, los que votamos y no los que nos imponen.
E incluso, hace unos años, acogemos a gentes de otros países, quién nos lo iba a decir a nosotros, que tuvimos que emigrar para poder subsistir. Y el pueblo se fue llenando de rumanos, ecuatorianos, ingleses y de otras nacionalidades y vimos que eran gente normal, como nosotros, que venían a trabajar que querían otro mundo mejor para los suyos, y los nombres de Joel, Silvia, Fanny, Posedaru se fueron adaptando a nuestro ritmo. Son gente trabajadora con ganas de vivir, de luchar, de salir adelante, que buscaban y buscan una vida mejor.
Y seguimos avanzando y dando lo mejor de nosotros, buscando resquicios para poder vivir, y llegó el turismo de interior e hicimos casas rurales para que nos vinieran a visitar otras personas y se gastaran el dinero de sus vacaciones y nos prometieron un balneario de aguas sulfurosas como el que había a finales del siglo XIX, al que venía a veranear Ángel Ganivet y lo mejor de las familias jienenses y andaluzas e incluso el diputado conservador alcalaíno Rafael Abril, y compraron los terrenos y colocaron los portones de hierro, y plantaron algunos árboles y pasó el tiempo y el balneario no se empieza, pero hay esperanzas de que se haga y se ha hablado con una empresa nacional que se dedica a gestionar balnearios y ha dado su visto bueno, pero cuesta unos 6 millones de euros, un capital, pero se puede hacer y dar un servicio y ponerlo en marcha, para que unos pocos fraileros puedan trabajar en él, como en la cooperativa del plástico o en la fábrica de maderas de los Baños, crear pequeñas industrias para que algunos fraileros tenga un trabajo.
Y han llegado nuevas elecciones y desapareció del equipo del Ayuntamiento el PA, pero el PP ha tenido 2 concejales más y ha puesto en un aprieto al PSOE que nos gobierna desde el año 1981, ininterrumpidamente, y eso quiere decir que el poder lo tiene el pueblo y se lo puede dar a cualquiera de los partidos que se presente en unas elecciones, es decir, que ya no hay un dictador que nos maneje a su antojo, que en cualquier momento, puede gobernar un partido u otro, todo depende de la voluntad del electorado.
Y seguimos avanzando, unas veces con más acierto que otras, pero seguimos vivos, con ganas de vivir y de poder hacer cosas por Frailes que es lo importante.
Y nada más, que paséis una feliz feria.
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