Estamos en Navidad, con una
temporada de recolección de aceituna exprés y las calles se han llenado de
alumbrado y macetas de adorno en los comercios y han semipeatonalizado la calle
Fernando el Católico y por las vías y plazas se sienten los altavoces de los
automóviles de las formaciones políticas que piden el voto una y otra vez. Cada
cual con su tema, diciendo que van a arreglar lo que no han arreglado antes y
los nuevos partidos ofrecen soluciones para todo.
En Alcalá la Real se han gastado
38.000 euros en el alumbrado público, mientras más de un centenar de personas
duerme y vive en condiciones lamentables, pasando frío y situaciones que nadie
quisiera para nosotros. Izquierda Unida y el Partido Popular han pedido que
estas personas debieran pasar sus noches en algún local de propiedad municipal de los muchos que hay
en el municipio, alguien ha dicho que eso acarrearía un efecto de llamada que
atraería a muchos más inmigrantes y podría ser que la situación fuese caótica.
Pero no importa, los inmigrantes son mano de obra barata que trabajan con
constancia y que no reivindican grandes cosas. Ellos son como nosotros, les
gusta tener un móvil en el bolsillo, escuchar música, llevar zapatillas
deportivas y poder trabajar aunque sea por poco dinero.
La beneficencia ha actuado en
forma de caridad cristiana y asociaciones y cofradías han procurado ayudar a
estas personas que andan por estas calles con mucho patrimonio y con una
estrella brillante en todo lo alto de la fortaleza de la Mota.
Alcalá la Real es grande, tiene
muchos monumentos, nos visitan muchas gentes de muchos lugares. Tiene un
polígono industrial de los mejores de Andalucía, tiene un gobierno socialista
que lleva ejerciendo más de 36 años y que también lleva diciendo que va a
combatir el paro, la pobreza, etc., y quizás lo esté consiguiendo, pero tiempo
no le ha faltado para ello. Tiene, también, muchas casas vacías y un hospital
sin urgencias, pero tiene unas grandes instalaciones deportivas y mucha gente
que hace deporte y juega a la lotería.
Alcalá es solidaria y hay muchos
voluntarios que trabajan para ayudar a otras personas, pero eso en los tiempos
que estamos no es suficiente. Cualquier ser humano lo que quiere, es valerse
por sí mismo, y los que no pueden hacerlo, lo que necesitan más que caridad es
que las instituciones respondan a sus elementales necesidades, porque pagamos
muchos impuestos y el dinero que generan, debe ser priorizado. Si hay dinero
para alumbrado de Navidad, si hay dinero para hacer deporte, que ambas cosas
son secundarias, debería haber dinero para que las personas que lo necesiten,
por cualquier circunstancia, puedan tener una cama y una ducha porque son como
nosotros y en cualquier momento, la tortilla puede dar la vuelta y hay que
estar preparado para todo.
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