Pedro Gálvez es un hombre joven que un día sufrió un accidente de moto y le dejó una minusvalía del 65%. Pero siguió su camino y comenzó a vender cupones de l ONCE.
Ahora se ha propuesto un nuevo reto y desde el pasado 29 de junio está bordando un manta a la Virgen de la Estrella de la cofradía de La Borriquilla.
Pedro se ha instalado en una pequeña en el barrio de las Cruces que le ha cedido el Ayuntamiento y allí pasa las tardes realizando el trabajo.
Comienza diciendo que «empecé a aprender a bordar en un taller que hizo la cofradía de La Borriquilla hará unos cinco años que me enseñó un amigo de Granada, Cristóbal Casares, que tiene un taller de bordado. Fui aprendiendo la técnica de recorte y está enriquecida con lentejuelas y canutillos de oro y consiste en lo primero que se hace es el dibujo base o lo que es el diseño que en el trabajo que estamos desarrollando lo ha hecho Francisco José Moyano, perteneciente al Cristo de la Salud. Y del diseño hay que hacer el despiece , una por una de todas las piezas que lleva el bordado y en cartulina, de ésta se pasa a’ skay’ y de éste a los distintos tejidos en que se borda, hay diversos tonos para ir jugando con ellos.
Usa los típicos utensilios del bordado, como lentejuelas, canutillos, hilos mate, hilos brillos y ambos mezclados, la aguja, las tijeras y diferentes tipos de cordones y de oros. El material si es caro porque los estofados y demás son oro y los tissues son también caros porque son unos sucedáneos del oro.
Están haciendo ahora la segunda fase del manto de la Virgen de la Estrella que se bordó hace dos años y lo elaboran desde la cabeza a la cola que van en forma de abanico y luego la intención después es bordarle los laterales.
Cuenta que «estamos haciendo ahora la segunda fase del manto de la Virgen de la Estrella que se bordó hace dos años y ahora se está haciendo desde la cabeza a la cola que van en forma de abanico y luego la intención después es bordarle los laterales».
También le ayuda a bordar José Francisco Serrano y añade que «me está echando una mano en las piezas y está empezando y aprendiendo a bordar porque yo recortar las piezas con mi minusvalía no puedo, él me va ayudando. Tengo un grado de minusvalía de un 65% que me afecta en el brazo derecho por un accidente que tuve de moto».
También manifiesta que «esto de bordar me gusta porque mi pasión es la Semana Santa y me encanta y dentro de Ella es una de las cosas artesanales que puedo realizar y más si es para mi Virgeny es importante hacerle su ajuar nosotros poco a poco y así nos sale más barato porque nosotros lo hacemos de forma altruista y así nos ahorramos un pellizquillo porque esto en un taller costaría mucho dinero».
Mientras tanto, Pedro Gálvez recorre todos los días las calles alcalaínas,vendiendo cupones de la ONCE y les dice a las mujeres ‘me compras un cupón, bombón’.
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