Estamos acostumbrados a andar entre cadáveres
y a desayunar con ruedas de molino
Seguimos infectados de un virus insolidario
que solo nos hace mirar nuestro propio ombligo
Somos pedazos de carne
alimentados con dinero podrido
sacado de las preferentes y de los ahorros
de los pobres viejos que aún les quedan
algunas monedas en sus cortos bolsillos
Hay que acabar con estos falsos profetas
que hacen negocios sucios con las heridas de
los viejos luchadores que ahorraron dignidad
para seguir viviendo con la cabeza alta
El infierno está aquí
El cielo más abajo
los que cometen pecados
se salvan en el último minuto
los otros siempre están salvados
En cualquier momento te pueden dar
una subvención, un premio de lotería
o una herencia que estaba perdida
pero seguirás trabajando
porque no te sacarán de penas
y seguirás cobrando el paro
Hay gente que engaña todos los días
otros que lo pretenden
algunos que son honestos
otros dignos
y muchos tuertos que se curan
con lentillas mientras duermen
sus diarias borracheras
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