Una nueva vuelta de tuerca se ha dado a la figura de la llamada ‘Venus de Frailes’, con la visita el pasado jueves del arqueólogo y coordinador del Itinerario Caminos del Arte Rupestre que ha estado en Alcalá la Real y se interesó por conocer la historia de la misma.
Nada más entrar a la cueva de la Cabeza del Moro, que se encuentra en el paraje de las Nogueruelas en el término municipal de Frailes, pero con límites con Alcalá la Real, dijo «esto es una pasada y muy interesante».
Opinó que una vez vista la Venus lo único que quiere decir es que es una figura, evidentemente hecha por la mano del hombre, es decir no es un juego de la Naturaleza, no es un elemento que se haya podido generar por un proceso natural o por sus elementos, es una obra realizada por una persona y es lo que podríamos considerar un bajo relieve, es evidente que tiene forma antropomorfa , más bien femenina, con dos piernas, brazo izquierdo, pecho izquierdo, no está claro que tenga la cabeza más bien parece decapitada. En la parte derecha no se le ve bien el brazo, más bien parece que había un elemento que se ha perdido o que estuviera sustentando a otro tipo de elemento y lo que es evidente a partir del modo en qué está hecha y por sus facetas, es que tiene una cierta antigüedad, no es contemporáneo ni siquiera podríamos aludir a que fuera un elemento cristiano, quizás a lo mejor un representación de una virgen o algo asociable, pero no parece, en principio, que eso vaya por ahí. Esto nos limita bastante porque nos lleva a época posiblemente a la romanización, época ibérica podría ser un contexto pero había que darle unas vueltas y hay que tomar medidas, como limpiar la roca y el bajo relieve bien y desde luego dedicarle más atención que la que ha recibido hasta ahora.
También añadió que «sobre su cronología prehistórica no se puede decir que no pero tampoco se puede decir que sí abiertamente, considero que hay que hacer un gran estudio y en todo caso si que es viable y así lo veo que hay elementos razonables con el proceso de elaboración, pues parece que hay alguna zona que parece estar intervenida con metal en el brazo y pierna izquierda, eso fuese así la figura no puede ser anterior a la época de los metales y no puedo decir cifras porque hay que hacerlo con métodos de datación como el Carbono 14 que aquí no se puede aplicar o las dataciones de uranio-tolio y tampoco tiene costras y la única posibilidad es contextualizar cronológicamente mediante una actividad arqueológica en el abrigo o cueva, un sondeo arqueológico de la zona y ver su estratigrafía que pudiera decir las ocupaciones que ha tenido la cueva y de que momento es».
En esencia, hay que decir, que es una figura muy rara que recuerda cosas paleolíticas francesas pero también recuerda cosas ibéricas y en todo caso, sí, es antigua, pero cuanto, no se sabe.
Ramon Montes Barquín es Coordinador técnico en Itinerario Cultural del Consejo de Europa Caminos de Arte Rupestre Prehistórico, Director de actuaciones arqueológicas en obra pública y colaborador de proyectos de investigación en el Museo de Altamira. Una persona con grandes conocimientos y aconsejó que se haga un buen estudio.
También, según el arqueólogo que fue del Ayuntamiento de Alcalá la Real Carlos Borrás que estuvo acompañando en la visita a Ramón Montes, la figura tiene la sensación de inacabada, y por cualquier concepto, la persona que la hizo no pudo terminarla. Por otro lado, el abrigo o cueva de la Cabeza del Moro está en un lugar estratégico, en los límites entre Alcalá la Real y Frailes. Cuenta con un dolmen funerario y muchos vestigios prehistóricos y todo hace presagiar que la figura tenga algo de especial.
El Ayuntamiento de Frailes sigue empeñado en aclarar y estudiar con fundamento y bases adecuadas la figura de esta cueva, ahora bien el lugar donde se encuentra es privado y hasta ahora no se ha podido hacer nada, por lo que habría que hacer alguna acción, para que dicha cueva se librara de un rebaño de cabras que se resguarda allí, así como una limpieza exhaustiva de la misma y hacer un estudio adecuado, no solo de la figura sino de todo su entorno, porque el lugar reúne todas las condiciones para estudiarlo y que se sepa lo que guarda y que los ciudadanos lo sepan y lo disfruten.
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