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viernes, 30 de septiembre de 2016

LA EMPRESA NO NOS SALVARÁ

Aquí estoy, viéndolas venir, mirando esta vida que se nos escapa cada día. El jueves escuché al presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara, que tiene origenes alcalaínos y oyendo lo que decía, me sorprendía. Manifestaba que el desempleo lo tienen que combatir las empresas y cuanto más empresas haya, será mejor para todos. 
Yo creo que el capitalismo no puede reducir el desempleo y además la empresa no es la panacea de la vida social, económica y política. Yo creo que el capitalismo que predican los partidos de derechas y alguno de izquierdas tendrá su fin. Como lo tuvo el esclavismo y el feudalismo. La solución última de la finalización del desempleo no puede ser otra que el reparto de la riqueza. Sin ello, no habrá soluciones.
Los hombres y mujeres tenemos derecho a las mismas oportunidades, no podemos condenar a unos al infierno y a otros a tener una vida plena. La prueba de ello, es que todos los que mueren, no se llevan nada al otro mundo; por mucho que trabajes, luches y ganes, todo quedará aquí. Y eso, creo, que es fundamental.
Hay una adicción, una tendencia a favorecer a la enseñanza concertada, se potencia a los colegios particulares y se va en detrimento de la enseñanza pública. La enseñanza debe ser pública y no estar en manos de instituciones particulares que defienden un credo y eligen, ellos mismos, a sus trabajadores. 
Cada vez vamos teniendo una democracia más deteriorada. El caso del PSOE es un ejemplo. Los poderes fácticos no han dejado realizar a Pedro Sánchez sus acciones. La no abstención de este líder ha movilizado a los que verdaderamente mandan, el poder fáctico se defiende hasta con los dientes y en última instancia no quieren perder sus privilegios. No dejan que haya una posibilidad democrática de un gobierno diferente, capaz de dar salida a los problemas que tenemos. 
Los españoles estamos agazapados en nuestras casas, dejando hacer a estos políticos que solo piensan en sí mismos. Después de dos elecciones no se han puesto de acuerdo en nada y han hecho que nadie se interese por nada. Está en juego nuestro futuro, está en juego nuestra esencia y creo que somos todos los que tenemos que solucionar nuestros problemas. Todos tenemos derecho a una vida digna, a tener resueltas nuestras necesidades básicas; el gobierno que no garantice esto, no es un gobierno digno. Lo primero que tienen que hacer los gobernantes, es averiguar lo esencial de las vidas de los ciudadanos. No podemos estar a expensas de la caridad de los que mandan y tienen la riqueza. Cualquier ser humano, por el hecho de nacer. debería tener su vida resuelta.   

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