Está todo descubierto en esta época de votos y elecciones. Todos
sabemos lo que queremos, unos más que otros y los partidos políticos también. Llevan
décadas y años diciendo que el principal problema es el paro y más aquí en
Andalucía y el desempleo sigue subiendo y cada vez más y ahí se demuestra el
fracaso de todos.
Unos han gobernado aquí durante 35 años y no han solucionado los
problemas estructurales de esta sociedad y la solución es bien sencilla, o al
menos para mí. El 19 de mayo fui a una reunión de Izquierda Unida, esta
formación política había convocado a los alcalaínos para hablarles de sus
proyectos y estuve un rato allí y no acudió nadie y un hombre, un comunista de
los de antes me decía con entusiasmo que la única solución para España y para
el mundo es el reparto de la riqueza y creo que no hay otra. Trabajo hay, no
hay más que echar un vistazo a todo, hay carreteras en mal estado, casas vacías
por doquier, niños sin médicos ni medicinas, gente que muere en una barcaza sin
rumbo. En fin, una pena y unos problemas que no hemos podido o querido
resolver, pero que sí tienen solución.
Yo, después de salir de aquella reunión, me fui andando hasta mi casa y
vi a gente mal vestida, y vi a unas seis personas con un cartel que decía:
'dame algo para comer' y me miré a mí mismo y miré los carteles electorales alcalainos con Carlos
Hinojosa, con Marino Aguilera y con Rafaela López y me hizo pensar el por qué
no había nadie en la reunión de Izquierda Unida que es la formación que busca
una solución estructural y definitiva. Y llegué a mi casa y me pude duchar,
cambiar de vestido, tomar una manzana, comenté con mi mujer lo privilegiados
que somos y lo mal que lo está pasando mucha gente y qué podíamos hacer.
Estuvimos hablando mucho rato sobre a quién votar en Alcalá la Real, en Frailes
o en Castillo de Locubín y llegamos a nuestras conclusiones.
Y me pregunto, el por qué no se defiende a los que más lo necesitan, me
da igual quién gane aquí, en Roma o en París, pero mi cuerpo me hace signos
cuando veo a un niño escondido en un asiento de un coche para buscar 'el paraíso',
ver una mano tendida que espera unos céntimos, ver a un mayor inseguro, sin tener
una residencia, mirar esas mansiones vacías, o adorar a esos ídolos efímeros
que no dan más que desilusiones.
El día que todos podamos mirarnos a la cara y no nos avergonzemos unos
de otros, ese día no habrá que votar más, estaremos de acuerdo en que todos
necesitamos vivir una vida digna y morir en paz
"No hubo nadie", me recuerda al episodio de Ulises y el cíclope Polifemo, éste perdió el ojáncano y decía en su auxilio a sus hermanos mayores, que había sido nadie. La cultura en general escasea, circo malo y poco pan, y la gente se mueve en espectáculos de pan y circo, a lo grande con arroz y regalos que previamente han pagado, sin poder decidir qué quieren. Santi hubo gente en las sillas, en los bancos del paseo, y gente de pie, no había bar, ni animación infantil. No hubo nada que no fuera nuestro. Un abrazo amigo
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