Dicen que Etnosur se ha convertido en un fenómeno sociológico difícil de definir. Pues los que más saben o pretenden saber manifiestan que es una mezcla de música, encuentros, convivencia, con una serie de ingredientes de difícil localización.
Y puede ser verdad que sea algo indefinible y por supuesto arranca fobias y defensores, y de ahí que haya alcanzado esa potestad imperturbable, instalándose por encima del bien y del mal. Como siempre lo define su más fiel defensor y director, Pedro Melguizo, algo intangible que no necesita más visitantes, ni artistas porque la esencia de Etnosur está impregnada de si mismo.
Y puede ser verdad todo esto, porque ha conseguido que entre en las tesis académicas y se hagan estudios como el de Pilar Blanco que recientemente ha presentado su análisis de los primeros años de Etnosur, en el que dice lo que todos sabemos, pero de una manera más académica.
Ahora su director, Pedro Melguizo, dice que Etnosur ha funcionado gracias al aliento de los alcalaínos, el concejal de Cultura manifiesta que los vecinos deben ser buenos anfitriones para los visitantes y la alcaldesa añade que hay que cuidar la convivencia en estos tres días. Mientras se toman una serie de medidas para incentivar la seguridad y se vallan y tapan los parques y jardines de la ciudad.
Etnosur 2009 ya está aquí, con sus tribus étnicas, ataviadas a su manera, acompañados de canes a veces famélicos y con un ejército de comerciantes que esperan el maná de cada julio etnosureño para incentivar su ajada economía.
Etnosur está aquí con su alegría, con decenas de talleres constantemente llenos, con sus risas y sus llantos, con sus humos que se esfuman en el aire alcalaíno. Con un variopinto ejército que busca la felicidad, que se besa cada día en el Templete de los Músicos y que apacigua su sed en fuentes y abrevaderos esparcidos por toda la ciudad.
Este año Etnosur nos sigue trayendo la magia del circo, la poesía íntima y compartida de García Montero, el arte de Morente, la prosa intensa y comprometida de Almudena Grandes, el nirvana de los sentidos, el sentido inquebrantable del flamenco, la música en toda su extensión que hará vibrar cada noche y cada día a miles de personas en los diversos escenarios. Pero también traerá calles llenas de miseria, apestadas de alcohol y cigarrillos de la risa, es decir toda una serie de actitudes de los seres humanos que son capaces de lo sublime y de enseñar sus miserias porque están ahí como el sol y la luna.
Etnosur es el que viene y el que va, el que está aquí. Es el viejo que se asienta en un banco del paseo desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde y piensa que se ha divertido. El ama de casa que piensa en que Etnosur deja mucho dinerito en el municipio, la joven que manifiesta que Etnosur es un pasón y el albañil que dice que hay mucho mujerío. Todo esto lo contaba el concejal de Cultura en la presentación.
También Etnosur son los cientos de personas que no lo pueden soportar, que aprovechan estos tres días para irse fuera de la ciudad, buscar un rincón en la playa o en cualquier sitio tranquilo, porque dicen que no soportan como se ensucian las calles, como duermen los étnicos en la calle y no quieren que sus hijos vean esto.
Pero, en fin, Etnosur 2009 está aquí y un aire festivo recorre la ciudad, desde las Cruces hasta la fortaleza de la Mota, desde la gasolinera de Alcaudete hasta la de la carretera de Granada y los pueblos de alrededor, Andalucía y España visitarán Etnosur, se llenarán las calles de alegría, bailarán en la plaza del Ayuntamiento, en el recinto ferial, en el parque del Paseo de los Álamos, serán tres días intensos, de diversión, de vida, de convivencia, de humos maravillosos que nos transportarán a paraísos despejados, a foros de debate, a solidaridad, a pensar en los demás y que los demás piensen en nosotros. A extenuarse en estos tres días de brillo, acción, saber, formación, música, intercambio, mezcla, sol, agua, mierda, bocatas, botellón, más música, poesía, diversión, insomnio, camping, políticos, oposición, amor, besos, sexo, vestidos largos, cortos, senos, cigarrillos de la risa, menús, compras, baños, furgonetas, tambores, ruidos, sonidos, insinuaciones, excitación, más música, perros, payasos, Cuentacuentos, yoga, compás, flamenco, compras, chiringuitos, hielo, sangría, cerveza, alcohol duro, jóvenes tumbados, dinero, alcohol blando, vomitonas, exaltación, duchas, color, solidaridada, mezcla, absurdo, premios, borracheras, dolor, placer.
Y puede ser verdad que sea algo indefinible y por supuesto arranca fobias y defensores, y de ahí que haya alcanzado esa potestad imperturbable, instalándose por encima del bien y del mal. Como siempre lo define su más fiel defensor y director, Pedro Melguizo, algo intangible que no necesita más visitantes, ni artistas porque la esencia de Etnosur está impregnada de si mismo.
Y puede ser verdad todo esto, porque ha conseguido que entre en las tesis académicas y se hagan estudios como el de Pilar Blanco que recientemente ha presentado su análisis de los primeros años de Etnosur, en el que dice lo que todos sabemos, pero de una manera más académica.
Ahora su director, Pedro Melguizo, dice que Etnosur ha funcionado gracias al aliento de los alcalaínos, el concejal de Cultura manifiesta que los vecinos deben ser buenos anfitriones para los visitantes y la alcaldesa añade que hay que cuidar la convivencia en estos tres días. Mientras se toman una serie de medidas para incentivar la seguridad y se vallan y tapan los parques y jardines de la ciudad.
Etnosur 2009 ya está aquí, con sus tribus étnicas, ataviadas a su manera, acompañados de canes a veces famélicos y con un ejército de comerciantes que esperan el maná de cada julio etnosureño para incentivar su ajada economía.
Etnosur está aquí con su alegría, con decenas de talleres constantemente llenos, con sus risas y sus llantos, con sus humos que se esfuman en el aire alcalaíno. Con un variopinto ejército que busca la felicidad, que se besa cada día en el Templete de los Músicos y que apacigua su sed en fuentes y abrevaderos esparcidos por toda la ciudad.
Este año Etnosur nos sigue trayendo la magia del circo, la poesía íntima y compartida de García Montero, el arte de Morente, la prosa intensa y comprometida de Almudena Grandes, el nirvana de los sentidos, el sentido inquebrantable del flamenco, la música en toda su extensión que hará vibrar cada noche y cada día a miles de personas en los diversos escenarios. Pero también traerá calles llenas de miseria, apestadas de alcohol y cigarrillos de la risa, es decir toda una serie de actitudes de los seres humanos que son capaces de lo sublime y de enseñar sus miserias porque están ahí como el sol y la luna.
Etnosur es el que viene y el que va, el que está aquí. Es el viejo que se asienta en un banco del paseo desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde y piensa que se ha divertido. El ama de casa que piensa en que Etnosur deja mucho dinerito en el municipio, la joven que manifiesta que Etnosur es un pasón y el albañil que dice que hay mucho mujerío. Todo esto lo contaba el concejal de Cultura en la presentación.
También Etnosur son los cientos de personas que no lo pueden soportar, que aprovechan estos tres días para irse fuera de la ciudad, buscar un rincón en la playa o en cualquier sitio tranquilo, porque dicen que no soportan como se ensucian las calles, como duermen los étnicos en la calle y no quieren que sus hijos vean esto.
Pero, en fin, Etnosur 2009 está aquí y un aire festivo recorre la ciudad, desde las Cruces hasta la fortaleza de la Mota, desde la gasolinera de Alcaudete hasta la de la carretera de Granada y los pueblos de alrededor, Andalucía y España visitarán Etnosur, se llenarán las calles de alegría, bailarán en la plaza del Ayuntamiento, en el recinto ferial, en el parque del Paseo de los Álamos, serán tres días intensos, de diversión, de vida, de convivencia, de humos maravillosos que nos transportarán a paraísos despejados, a foros de debate, a solidaridad, a pensar en los demás y que los demás piensen en nosotros. A extenuarse en estos tres días de brillo, acción, saber, formación, música, intercambio, mezcla, sol, agua, mierda, bocatas, botellón, más música, poesía, diversión, insomnio, camping, políticos, oposición, amor, besos, sexo, vestidos largos, cortos, senos, cigarrillos de la risa, menús, compras, baños, furgonetas, tambores, ruidos, sonidos, insinuaciones, excitación, más música, perros, payasos, Cuentacuentos, yoga, compás, flamenco, compras, chiringuitos, hielo, sangría, cerveza, alcohol duro, jóvenes tumbados, dinero, alcohol blando, vomitonas, exaltación, duchas, color, solidaridada, mezcla, absurdo, premios, borracheras, dolor, placer.
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