Se acabó la diversión del Sr. Camps que ha durado más de dos años, como si fuese un Vía Crucis, uno menos en el campo de la corrupción. Y a pesar de todo, quizás lo veamos de ministro o de cualquier puesto importante en el gobierno de Rajoy. Estos políticos solo piensan en ellos y no en la ciudadanía, como si la Comunidad Valenciana le perteneciese. Juegan con todos: con la Justicia, con el Partido, con los votantes y hasta con el sumsum cordam.
Y tiene gracia la del Sr. Bono, todo un presidente del Congreso de los Diputados, en vez de gobernar bien esta parcela, pierde el tiempo con el tema de las corbatas como si fuese eso lo más importante para los españoles. Esta persona deberían de jubilarla para la política, no hace más que gruñir de cosas de poca monta y no tiene nada de socialista, parece de la época franquista como un recuerdo más.
En fin, por aquí estamos teniendo un verano más o menos fresquito, sin muchos sobresaltos, tan solo el de los toldos, que unos los quitan y otros quieren ponerlos, en loor de la austeridad, pero se gastan miles de euros en cohetes y algarabías religiosas en nombre de la no austeridad. Y ahora, los festivales nos esperan con casi dos decenas de actos unos gratis y otros con precios muy asequibles y unos sesenta mil euros de gasto. El pan y el circo, el circo y el pan para los súbditos sigue privando desde hace miles de años.
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