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sábado, 25 de enero de 2020

TEJIDOS ZAFRA, 42 AÑOS TRAS EL MOSTRADOR

La calle Fernando el Católico parece callada y a lo largo de ella se alinean una serie de comercios pequeños que dan vida a la ciudad. Frente a frente las tiendas del matrimonio Zafra están en silencio y carteles publicitarios denuncian que estos dos negocios cierran porque sus dos dueños se van a jubilar. Al entrar a la tienda de ropa para hombre ‘Tejidos Zafra’, la sensación es de tristeza y al mismo tiempo de alegría. Luis y Encarna o viceversa han formado un gran equipo y han estado durante 42 años vendiendo ropa de hombre y de mujer sin parpadear, un día tras otro, ofreciendo una gran variedad de artículos a su clientela, a cientos de personas de Alcalá y las aldeas pero también de Frailes, Benalúa, Castillo de Locubín, Montefrio o Alcaudete; gentes que han confiado en ellos y que temporada tras temporada han ido a comprar sus ropa a estas tiendas que les han dado confianza, calidad, familiaridad y sobre todo respeto a sus clientes. Las caras de Encarna y de Luis denotan que están pasando estos últimos días en continuas emociones, pues son las últimas jornadas que los negocios están abiertos y los precios de los últimos artículos están a muy bajos precios. Los clientes no han parado de entrar y comprar y sobre todo les han demostrado su fidelidad, y les han dado las gracias por dirigir su forma de vestir durante tantos años.
Recordar estos 42 años les está partiendo el corazón porque los abrazos de sus clientes no cesan y la huella que han ido dejando en la calle Fernando el Católico ha sido grande. Luis Zafra cuenta que empezó a trabajar con diez años en la villa de Frailes, a través de unos parientes, iba y venía desde La Ribera en bicicleta, trabajaba en una tienda de comodín, lo mismo cuidaba a la hija del dueño, que estaba en el mostrador, que hacía los mandados, que vendía aguardiente, chocolate, cobrador de letras, era un tiempo distinto, no había vehículos, ni tantas tiendas; allí Luis dice que aprendió mucho y poco porque era un crio, ‘el sueño del niño se acabó y «empecé hacer trabajos que no eran propios de mi edad, allí empecé a aprender y de noche iba a la escuela para aprender un poco más de lo que sabía». También Luis comenta que sus padres le decían que había que colaborar y buscar un futuro.
Tras hacer el Servicio Militar y contraer matrimonio con Encarna, deciden iniciar su propio negocio en Alcalá la Real, arreglando el local de la calle Fernando el Católico y tratando de ser buenos comerciantes, basándose en unos objetivos que eran obrar de buena manera, no engañar a nadie, trabajar sin miedo, echando todas las horas necesarias y algunas más y ser valiente, no temerle a nada y decir ‘venga a por todas’, esto es lo que nos da de comer y hay que manejarlo. Encarna y Luis manifiestan que las decisiones las tomaban entre los dos, y uno sin el otro no podían funcionar, a la hora de comprar, a la hora de pensar, a la hora de ampliar y siempre.
Consideran que han tenido una gran clientela, personas que a lo largo de 42 años todavía los siguen viendo, «eso dice mucho, tenemos grandes recuerdos y la verdad cuando ha llegado el momento de irnos, pues gente que nos dice que no nos vayamos y eso ha sembrado muchísimo»
Coinciden que de los clientes lo han aprendido todo, que son los que los han enseñado a ser competitivos, a traer y buscar los mejores productos, a tenerlos contentos y a que sigan entrando por las puertas de nuestros comercios y a veces hay que tomar decisiones drásticas, como poner en la calle a algún cliente y otros han confiado, totalmente, en nosotros, se han puesto en nuestras manos y le hemos aconsejado lo mejor posible y eso es lo más importante, ellos han quedado satisfechos y al mismo tiempo hablan bien de nuestra tienda y acarrea nuevos clientes. Cuando un cliente tiene un evento de cualquier ceremonia y se viste aquí y después viene y te da las gracias y nos felicita por lo bien que iba, eso llena mucho. Vuelven a decir que este trabajo los ha enseñado a luchar, y ser cumplidor y fiel en tu negocio, sacar adelante la casa y vivir de lo que rinde, hemos cuidado el negocio porque de él ha salido todo, los hijos, su educación, situarlos y nuestro vivir día a día y mantenernos porque si esto no rinde, no podemos comer».
Ahora, se preparan para una nueva vida y hacer cosas que antes no han podido hacer, porque han estado pendientes y volcados en el negocio, dicen que quieren hacer cosas diferentes e intentar que esos huecos libres que ahora tienen, adaptarlos a otra cosa, aunque Encarna dice que «lo lleva regular» y Luis dice que «a lo bueno se acostumbra antes»; pero sobre todo ellos se sienten muy satisfechos de lo que han logrado. Pero en estos últimos días, dicen que «sienten pena porque ya se acaba, una cosa que hemos hecho durante muchos años, que nos ha gustado, que lo hemos vivido día a día y que ha sido nuestro comer; y también alegría porque hemos llegado a esta etapa sin quedarnos a mitad del camino y ahora tenemos que vivir de otra manera, un poco más tranquilos». Al final, recuerdan los quince años primeros como los más fructíferos en el negocio, entonces se vendía todo, con clientes contentos, calidad en el negocio, la gente nos buscaba por el producto que ofrecías.
Encarna y Luis, Luis y Encarna como cada mañana, antes de las diez, se les ve caminar hacía el Paseo de los Álamos, y entran a desayunar en el bar del parque y desean buenos días a todos los que allí se encuentran. Después se dirigen a la calle Fernando el Católico y cada uno abre su tienda y levantan las persianas, como siempre frente a frente y la cara de Encarna se ilumina y una especie de sensación de dulzura se atisba en esta mujer sencilla y guapa.

3 comentarios:

  1. Gracias por tus palabras, ha sido una carrera larga y bonita de la que sus hijos hemos tenido la suerte de ser testigos.

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  2. Me han emocionado mucho tus palabras, se agradece el reconocimiento y el cariño con el que escribes sobre mis padres. Paco Z.

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  3. Por aquí os hablo menos, pero os vuelvo a dar la enhorabuena y os mando un fuerte abrazo.
    Bueno que Dios os mantenga esa buena salud y a vivir como os de la real gana

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