El ejemplo dado por el PSOE al perder las elecciones municipales y rasgarse las vestiduras en una harakiri televisado, es una digna aclaración de lo que es la democracia en España. Un par de personas ponen en jaque a todo un partido socialista y a toda la sociedad española porque quieren alzarse con el poder e ir solitos a unas primarias o secundarias para erigirse en líderes únicos.
En vez de dedicarse a gobernar y velar por los intereses de todos los españoles, se enzarzan en una lucha fratricida y ponen en jaque a todo el mundo. Y lo malo es que todas las televisiones y todos los medios de comunicación jalean esta forma de actuar, como si fuese la panacea de la comunicación.
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