La Semana Santa alcalaína dio un paso adelante con el Pregón 2018 que se celebró el pasado Viernes de Dolores, a partir de las 21:00 horas en el teatro Martínez Montañés, siendo María José Carrillo García la pregonera, que habló de su vida cofrade y de sus vivencias religiosas, en un pregón emotivo, personal y lleno de citas cotidianas.
En las primeras filas del teatro Martínez Montañés estaban las autoridades religiosas y civiles, con el alcalde a la cabeza, el socialista Carlos Hinojosa. En el escenario, estaban colocados los estandartes de las diversas cofradías.
Fue presentada por Matilde Pérez Castillo, que habló de la pregonera como amiga y añadió que se conocieron en la cofradía de la Virgen de la Cabeza, colaborando y trabajando en la caseta de feria de esta hermandad, recalcó que María José es fiel a la Virgen de la Cabeza, formó parte de la junta directiva, fue hermana mayor en 2014 y vivió aquellos momentos con mucha ilusión y sacando experiencias; después contó que fue administradora de la cofradía, incluso fue la primera mujer que formó parte de los pregoneros del Ecce-Homo y vive la Semana Santa intensamente.
Después, le tocó el turno a la pregonera y a María José Carrillo se le notaba ilusionada, con ganas de decir lo que sentía y empezó a narrar su pregón, contando que fue el 5 de octubre de 2017 cuando le dieron la noticia de que iba a ser la pregonera de la Semana Santa alcalaína en el año 2018, se mostró humilde al contar que ella era una simple contable que no tiene don de palabra, pero que con los apoyos que recibió, no dudó en aceptar este digno trabajo. ‘Con el pregón puedo expresar lo que todo cristiano quiere hacer en la Semana Santa’, y de nuevo recalcó que había gente con más capacidad que ella para realizar el pregón, pero que ella aceptó y con la comprensión y el apoyo de mucha gente, sobre todo de la cofradía de la Virgen de la Cabeza se ‘embarcó’ en este proyecto.
Se denominó romera y pregonera, agradeció a su presentadora las palabras que pronunció sobre ella y comenzó recordando las Semanas Santas de su niñez, con sus padres llevándola a las procesiones, desde el Domingo de Ramos con la cofradía de la Borriquilla y hablando de todos las procesiones de cada día. Su madre la llevaba el Martes Santo al Compás de Consolación para ver a la Virgen de la Esperanza y a la Oración en el Huerto; el Miércoles Santo subía hasta la iglesia de San Juan para conocer el Vía Crucis por la fortaleza de la Mota; después el Jueves y el Viernes Santo y sus diversas manifestaciones religiosas.
María José Carrillo realizó un pregón de vivencias, contando sus vicisitudes de creyente y de cofrade, desde su infancia, pasando por su cofradía, la de la Virgen de la Cabeza y contando anécdotas vividas con sus compañeros, sus caminatas para ir al Cerro, las vivencias con su marido que le abrió las puertas de la cofradía del Ecce-Homo y de la cofradía del Cristo de la Salud.
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