El Compás de Consolación se convirtió en la noche del Jueves Santo alcalaína en el punto de convergencia de las diversas cofradías que procesionaron en este día de cofraternización.
La jornada de Semana Santa se inició sobre las 18:30 horas, cuando la Hermandad de los Apóstoles y Discípulos de Jesús realizó el traslado de la Mesa de los Apóstoles y la Santa Cruz de los Discípulos desde la casa de la Hermana Mayor en el Llanete del Mercado, hasta la iglesia de las Angustias por las calles Emilio Mesejo, Monjas, Ramón y Caja y Angustias. En la iglesia de las Angustias se celebró la Cena del Señor a las 19:00 horas.
Mientras tanto en la iglesia de Consolación, también, se celebraba la Cena del Señor y Juan Ramón Gómez, párroco de Santa María la Mayor se dirigía a los fieles con palabras de fraternidad y lavó los pies a doce niños y niñas, como seña de servicio a los feligreses.
Casi al mismo tiempo, la Hermandad del Señor del Ecce-Homo y Jesús en la Columna hacía su recorrido, desde la casa del Hermano Mayor por la Cooperativa, Cruz del Coto, República Argentina, calles Juan XXIII, Puerto, Cronista Benavides, calle Llana y por la calle Real se divisiba el Compás de Consolación, donde fueron confluyendo todas las cofradías y todos los feligrese y visitantes.
La muy antigua Hermandad del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores tuvo su salida procesional en torno a las 21:00 horas de la iglesia de Consolación, con un recorrido por la calle Real, Llana, Miguel de Cervantes, Álamos, Carrera de las Mercedes y vuelta a su templo.
En el Compás de Consolación confluyeron anoche las diversas voluntades de la Semana Santa alcalaína, concelebrando el Jueves Santo, que brilló en un día de plenitud de la primavera y con una gran afluencia de público que vibró con la Virgen de los Dolores, tanto a la salida como en el recorrido y con toda la serie de máscaras únicas de la Semana Santa alcalaína.
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