Todos llevamos la fecha de caducidad pegada al culo. No se si las cosas podían haber sido de otra manera, pero es evidente que sí porque hay otra forma de ver los asuntos. En vez de hacer una sociedad de consumo, podiamos montar una vida solidaria y compartida. Ahora que sabemos que no somos eternos, nos deberíamos dar un toque de atención para recuperar el tiempo perdido. Aunque tarde o temprano las aguas volverán a su cauce y todo aquél que la hace la paga. Hay tantas cosas inútiles de las que desprenderse y nos han inculcado tantas cosas que comprar que no tenemos tiempo para lo esencial. Aunque cada uno tiene sus prioridades y eso es lo más importante. Pero al final, la razón se impone, aunque es difícil de discernir.
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