La lluvia no fue impedimento para que la cofradía de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora de la Esperanza salieran hoy en procesión pero se hizo con el recorrido corto y no pasó la parte central del municipio.
Durante la tarde de hoy llovió sobre Alcalá y las nubes se alternaron con los claros. La procesión del Martes Santo que estaba prevista para las 20:00 horas se retrasó y casi salió sobre las 21:00 horas. Pero numerosos feligreses y cofrades se fueron aglomerando por todos los lugares cercanos junto al Compás de Consolación.
La tarde-noche era fresca y los vecinos y visitantes tuvieron que acudir a los abrigos y chubasqueros para combatir el frio de la noche y viento que helaba en el ambiente.
Frente a la iglesia de Consolación, junto a la fuente de la Mora se iban acercando un numeroso grupo de gente.
Las bandas de música se fueron posicionando, una en la propia carretera Alcalá-Alcaudete y otra dentro del Compás.
La puerta del templo permanecía cerrada y alguno de los allí presentes decía que «las puertas de la iglesia no pueden estar cerradas».
Finalmente, dos penitentes se acercaron a la puerta y dieron un par de golpes y se abrió y comenzaron a salir los diversos penitentes, cruces y las personas que dirigen dicha procesión. Estos fueron colocando a los acompañantes y las túnicas verdes y los capirotes blancos iban y venían de un lado a otro, para dar las oportunas ordenes.
También salieron mujeres vestidas con la típica mantilla negra, todas vestidas de negro y muy elegantes.
Los costaleros estaban preparados dentro del templo y se animaban unos a otros y se daban aplausos entre ellos.
La imagen de la Oración en el Huerto estaba preparada y se fue acercando a la puerta; el capataz iba dirigiendo a los costaleros que debajo de la imagen no veían el exterior. Además, había que pasar una rampa en la puerta que era un handicap añadido. Pero el capataz con su voz potente iba indicando por la izquierda y la derecha para que no diera en las paredes, la rampa se pasaba con los costaleros dando un buen empuje. Poco a poco la imagen salió y el himno de España sonó en el Compás de Consolación y los vecinos aplaudieron. Después, la Oración del Huerto se fue perdiendo por el Juego de Pelota.
Ahora, le tocaba el turno a la Virgen de la Esperanza. Carlos Jiménez, el capataz, estaba preparando a sus costaleros, los animaba y la Virgen brillaba en sus andas. Fueron saliendo poco a poco, y los costaleros se tuvieron que agachar para poder pasar por la puerta, se daban voces para que todo saliera bien y salió la Virgen, deslumbrante con su esplendor y Carlos Jiménez abrazó a sus costaleros, un abrazo fuerte, de hermanos de solidaridad, de emoción y de esperanza y también sonó el himno español y la Esperanza se fue por el Juego Pelota y la música sonó y la procesión salió a la calle, aunque por el recorrido corto, pero eso era lo de menos.
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