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sábado, 28 de junio de 2014

VIVA LA POESÍA DE ADOLFO GONZÁLEZ

La tarde del pasado viernes caía entre las murallas de la fortaleza de la Mota y el sol dejaba sus últimos rayos en el Rincón de los Poetas. En este marco tranquilo, con un aire fresco que fue envolviendo el corazón de unas cien personas que se acercaron para celebrar el Día de la Poesía y la entrega del XXXV premio Arcipreste de Hita a un joven de 32 años, nacido en Áviles, llamado Adolfo González, por su obra ‘La luna en la punta de la lengua’ y Adolfo González, con su chaqueta veraniega cumplia con el rito de firmar sus libros, mientras la coral Alfonso XI se preparaba para cantar en esta fiesta. Y el concejal de Cultura, el socialista, poeta y alcalaíno Rafael Hinojosa, dijo que «poesía eres tú» y añadió que «he querido aprovechar este acto solemne-sencillo pero solemne como es la presentación del XXXV premio internacional Arcipreste de Hita para aventurar otras posibilidades de interpretar el famoso ‘poesía eres tú’». Y siguió diciendo «’tú’ seria todo el mundo que nos rodea, todo el mundo conformado por la huella de la historia, el mundo conocido y desconocido y todos los mundos posibles y venideros. Pero sigamos suponiendo ahora que la poesía es expresión y comprensión del ‘yo’. Ahora ese ‘tú’ sería tus otros ‘yo’, ese yo que realmente eres, o ese yo que deseas ser, o ese yo que te gustaría que fueras , o ese otro yo que los demás crees que eres». Adolfo González recibió el premio y leyó algunos de sus poemas, como este llamado Milagro que dice así: No puedo rechazar la invitación,/ofrecerme eN bandeja a la tiniEbla,/dar alas al recelo,/atar de pies y manos el impulso del sí más inocente./Se celebra el milabro continuo que es el ser/y está feo faltar...» El poeta Vicente Gallego, miembro del jurado, destacó en su informe final que «no es habitual encontrarse en un premio un libro tan cumplido como el de Adolfo González, un libro en el que se dan cita la clarividencia poética y la sabiduría vital en luminosa armonía, y todo ello refrescado por unas gotas de buen humor. Creo que los organizadores de este premio ya tan consolidado pueden felicitarse, pues si concurren a él libros como el presente, es que se han hecho bien las cosas», concluyó. La Fundación Caja Rural estuvo presente porque es la entidad que apoya económicamente este premio y la coral Afonso XI dio un colorido de voces con sus canciones, como ¡Ay , linda amiga¡, ‘Din di rin din o Tres morillas. Adolfo González respiró el aire alcalaíno desde aquellas paredes antiguas de la Mota, un joven parado que hace estos versos que nos hacen pensar y se fumó un cigarrillo mientras firmaba ejemplares de este libro de poesía y llegó con estos poemas al alma de los allí reunidos y la tarde se transformó en noche como por encanto y las voces de la coral Alfonso XI retumbaron entre aquél cielo y aquella tierra y fui andando por la placeta de Carmen Juan, por la calle Real, pensando en que Adolfo González había visto una Alcalá viva.

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