Un día al salir del bar la Cueva mi visión empezó a disminuir, yo que había tenído una vista de lince y que veía los rinconces, me tuve que colocar unas lentes. Otro día me dí cuenta que no recordaba mis actores favoritos, repasaba uno a uno: Eusebio Poncela, Kirk Douglas, Marlon Brando,... y a veces imaginaba escenas de sus películas y no me salían sus nombres. Varias veces me dejé mi bolsa de trabajo en la silla de un bar y no recordaba donde la había dejado. Otras veces me dejaba la llave de mi apartamento puesta en la cerradura y cuando volvía no podía abrir la puerta. Hay veces que se me engarrota el dedo meñique y parece que no lo puedo mover, las artículaciones no me responden y me cuesta darle al teclado.
La próstata parece que está un poco jodida y me ha dado por miccionar a cada instante. Parece que son achaques de la edad y cuando encuentro a alguno de mi quinta, padece los mismos males que yo o más agudizado.
Ahora bien, el deseo, las ganas de vivir, el seguir adelante no se me han mermado. Sigo teniendo ilusiones y espero que los Reyes Magos me traigan algunas alegrías.
Ni hablar... usted está aún hecho un lince... a disfrutar... y menos "quejumbre" ....!!!!
ResponderEliminar