Las peleas y diferencias que han surgido en el seno de Podemos, son una especie de lucha fratricida que no llevan a buen puerto. Es un desperdicio de energía que Podemos no se puede costear. Están cayendo en un infantilismo que tendrá unas graves consecuencias que pueden derivar en la desaparición del sueño de muchas personas que veían en Podemos un arma importante para cambiar las estructuras del poder en España.
Los cinco millones de votos y los 69 diputados son un tesoro importante para combatir con otros partidos politicos del arco parlamentario y una esperanza par a los votantes que nunca han tocado poder. ¿Tan grandes serán sus diferencias ideológicas? Esta gente que parecía tan inteligente está cayendo en las mismas trampas que los partidos tradicionales y todo el chorro de luz y de esperanza, se está convirtiendo en algo inútil que no tiene sentido para todos los que estamos siguiendo este proceso.
Los españoles que queremos un cambio real que apostamos por una España de todos y para todos, que deseamos que todo el mundo tenga una vida digna, en la que se apueste por tener unos derechos democráticos esenciales y que no nos los retiren, sentimos una gran decepción con estas peleas intestinas que no solucionan nada.
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