Los alcalaínos y visitantes tienen un nuevo lugar para descubrir el mundo del aceite de oliva. A apenas un par de kilómetros del centro de Alcalá la Real, en lo que se conoce como fábrica de las Caserías de San Isidro, se ha abierto el Museo del Aceite de Oliva, obra del promotor Santiago Pérez Anguita que ha convertido el antiguo lugar en un edificio que guarda una mezcla del ambiente del siglo XIX con los tiempos actuales, debido a que se ha llevado a cabo una ardua labor de rehabilitación de todos los edificios y sus inmediaciones, devolviendo al lugar parte de su anterior encanto.
Para Santiago Pérez, el proyecto es para «ofrecer todo lo que nuestra tierra puede dar al turismo y para que no se pierdan cosas que son tradicionales, haciendo un recorrido por los principales monumentos alcalaínos y suelen ir a visitar Córdoba o Granada y proponerles una oferta importante en este campo».
Según comenta esta idea se le ocurrió «porque tiene una serie de inquietudes, por el lugar en donde vive en Jaén donde la cultura del aceite es importante y porque hay que luchar por lo que tenemos , aportando un grano de arena más al desarrollo económico y social de Alcalá la Real».
También, manifestó que «ahora mismo, el museo está comenzando a funcionar y aún no están terminadas todas las infraestructuras pero creo que va a tener una buena acogida porque se trata de una empresa familiar y le hemos puesto mucho cariño».
Igualmente, añadió que la formación del museo ha sido gracias a la colaboración de Rafael Mérida que ha hecho una aportación importante y diferentes personas han donado una serie de enseres que han ido conformando una serie de materiales para el museo, además de buscar objetos por todos los lados y enfatizó diciendo que espera otras aportaciones para el futuro.
El Museo del Aceite implica una misión para preservar en el tiempo y poner en valor los recursos que foran parte del patrimonio cultural del municipio; está incrustado en un lugar privilegiado y muchos elementos del edificio anterior se han preservado.
En la parte inferior se expone la maquinaria de un molino del siglo XIX, fiel relfejo de los sistemas de producción de la época. En su parte superior se puede ver y profundizar en la cultura del olivar y del aceite e introducirse en el mundo de la cata del aceite virgen extra.
Asimismo, los visitantes pueden hacer visitas en grupo o por libre, que incluyen paneles explicativos en varios idiomas así como un audiovisual. Disponiendo de una sala preparada para ofrecer desayunos y aperitivos tradicionales de un molino de aceite. Así como una Oleoteca donde se puede disfrutar de una selección de los mejores aceites de Andalucía y productos del olivar.
El museo es todo un monumento al aceite y al olivar, como dándo las gracias por todo losque han hecho por las personas.
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