Ir al cerro de la Mesa en la Hoya del Salogral, donde se encuentra la
ermita de la Virgen de la Cabeza y los lugares donde rezaba el santo
Custodio es una práctica habitual entre muchas personas, no solo de la
comarca sino de otras partes de España.
Lo más habitual es que se
desplacen pasando por la villa de Frailes, a través del cortijo de Los
Rosales y llegar a la Hoya del Salogral. Allí, suelen visitar la casa
particular del santo Custodio, aunque solo está abierta los sábados y
domingos.
Al llegar al lugar de la ermita, los viajeros suelen
experimentar una especie de recogimiento y tener la sensación de que se
ha llegado a un lugar diferente y mágico.
Posteriormente, se dirigen
a la iglesia donde veneran la imagen de la Virgen de la Cabeza y
encienden alguna vela, también visitan las instalaciones adyacentes,
donde hay una serie de retratos de vírgenes y retratos de taumaturgos y
santos, como el santo Luisico y el santo Custodio. Gran parte de los
visitantes suelen colocar exvotos, es decir algo querido por ellos, como
retratos, o algún documento que le ha resuelto algún asunto. Son
cientos y cientos de fotos los que se pueden encontrar en aquellas
paredes.
Más tarde, muchos se dirigen al oratorio, en la parte alta
de este monte. Allí, hay una especie de agujero estrecho, donde muchos
dicen que oraba el santo Custodio, por ello, también, está lleno de
velas y pequeñas cruces hechas por las personas que van llegando.
Igualmente hay una especie de escultura dedicada al santo Custodio en la
que dice que «esta escultura se ha hecho en conmemoración y homenaje al
santo Custodio en el 51 aniversario de su muerte que falleció el día 15
de agosto de 1961». Los visitantes suelen estar allí unos minutos,
reflexionando o bien rezando y también disfrutando de los diversos y
hermosos paisajes que se pueden ver desde allí, con una proyección
horizontal hasta llegar con la vista hasta Sierra Nevada.
Los
vecinos de la Hoya del Salogral y numerosas personas que viven en los
municipios de la comarca participan en las labores de conservación de la
ermita y de los lugares adyacentes, por medio de diversas cofradías
dedicadas a la Virgen de la Cabeza.
Por el camino a la ermita, los
visitantes llegan a la fuente, donde hay una foto del santo Custodio y
suelen llenar recipientes o vasijas de agua, porque consideran que ésta
es milagrosa o hace mucho bien a las dificultades o enfermedades de su
cuerpo, tanto físicas como mentales.
Por otra parte, en el centro de
la aldea, hay una pequeña tienda que tiene tantos artículos como si
fuese un supermercado, allí se puede comprar desde kiwi, queso de la
zona, todo tipo de artilugios, pero sobre todo, venden estampas de los
diversos santos que han nacido en la comarca: el santo Luisico, la santa
Remedios, el santo Manuel y el más famoso de todos, el santo Custodio,
que nació en este lugar y sigue teniendo su casa allí. Él es como un
guía de todas estas gentes que creen en estas cosas y que tienen fe y
esperanza.
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