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sábado, 10 de septiembre de 2016

LA SENCILLEZ DE FLORENTINA


Hay personas que pasan desapercibidas por la vida aunque tienen mucho que decir y contar y sobre todo pueden enseñarnos muchas cosas. María Florentina Rosales Muriana es una mujer que nació en 1930 y ha vivido toda su vida en el cortijo de Los Rosales. Es una persona sencilla que ha trabajado mucho, tiene una gran sonrisa en sus labios y es optimista y confía en el futuro. Con sus 86 años ha vivido muchas cosas, ahora dice que no hace nada, le gusta la televisión, usa el teléfono móvil y hace pequeños vestidos. Su casa la tiene muy limpia y juega a la petanca con otros compañeros del cortijo de Los Rosales.
 Me contó que su infancia fue regular porque se presentó la guerra, mi padre se fue aquel lado, estuvo en Granada y mi madre se quedó aquí conmigo y mi hermana más pequeña y además nació otro en la guerra. Mi vida ha sido de trabajo, desde la infancia guardando animales desde ‘chiquitillos’. Si le cuento lo que me pasó en la guerra…Pues me fui con los mulos, con un tío mío y mi abuela y se los llevaron a otro cortijo que se llama Cova la Yedra y me quedé sola con los mulos, éstos se fueron a un sembrado  y vino un hombre que tenía una mala boca y agarré y me metí en una junquera. Me describe que al sentir al hombre, ella pensaba que la iba a matar y para evitarlo ‘me zampé’ en la junquera y luego decía mi marido y si los mulos te hubieran pisado, le dije que en aquel momento no lo pensé, solo me acordé de esconderme porque el hombre podía pegarme. También me dice que en aquellos tiempos no había escuela, yo tenía que irme con mis tíos y con los animales pues los demás estaban en la guerra. Más tarde mi padre se fue a un cortijo que le llamaban ‘El Verdugo’, allí estuvimos tres años y el trabajo que hacia era del campo: sembrar garbanzos y otros granos, había cuatro yuntas de mulos y yo iba echando en una de ellas, entonces tenía unos ocho años y era un trabajo de sol a sol, allí comíamos de lo que había: patatas, garbanzos, potajes o migas, todas esas cosas. He vivido toda mi vida aquí, menos tres años que estuvimos en otro cortijo y luego cuando me casé estuve cuatro años en el cortijo del Espinar, aquí cerca. 

Cuando le pregunté ¿Cómo se enamoró? Florentina esbozó una sonrisa y con risas me dijo, ya ve usted, pues aquí, porque no salíamos, solamente íbamos a Frailes por el día de San Pedro y en la feria, eso es lo que teníamos de diversión, cuatro bailecillos, todos íbamos andando a Frailes desde el cortijo, nos acompañaba mi madre. Yo me enamoré de mi marido porque estábamos aquí cerca y ni él ni yo nos fuimos por ahí lejos, así que nos enamoramos y nos casamos pero no me acuerdo lo que me dijo, éramos primos, él se llamaba Francisco Moriana Rosales y no fuimos a ningún lado, porque nos casamos a la carrera, solo he tenido un hijo y ya no hemos tenido más; después no fuimos al cortijo del Espinar y después a esta casa, donde ahora vivo que la hemos ido gobernando nosotros, era muy viejecilla y la casa la compró mi padre y me la dejó a mí a los otros hermanos les dejó otras cosas.
También, me contó que la vida con su marido le fue muy bien, trabajando mucho los dos porque tenemos que trabajar para comer: guardando cabras que teníamos unas ocho o diez, me iba con ellas, hacía mi queso, lo elaboraba con una tableta, con la leche, luego se echa en sal y agua, se deja un poquillo y sale el queso muy bien; el queso lo vendíamos, teníamos nuestras gallinillas, vendíamos los huevos y todo se vendía.
Me dijo que había tenido solo un hijo y cuando nació tuvo mucha alegría. Tenía muchas ganas de tener un hijo porque en mi casa había muchas mujeres y en la de mi marido también y me dije si fuese un niño, estaría tan contenta, pues había muchas niñas y muy bien y en buena hora lo diga, mejor no pudo ser. Y toda la vida hemos estado cerquita, primero en una casilla pequeña y luego se hizo él una casa grande. Mi hijo ha recibido formación, venían por aquí unos maestros y le enseñaron.

Sobre la vida, Florentina me contestó que ella está muy contenta y muy bien, porque siempre hemos ido más ‘palantillo’, hasta el día de hoy  muy buena porque siempre ha ido a mejor porque ha sido así. La pérdida de mi marida fue muy penosa para mí y viendo que estuvo dos años sufriendo mucho, estuve mucho tiempo con él, nos casamos en el año 1952 y murió en el año 2010, son muchos años juntos. A él le gustaba hacer figuras del esparto y hacía muchas y nunca nos hemos estado separados. Aunque fuimos de viaje a Palma de Mallorca, a la Virgen de Lourdes y a Fátima. Ahora no hago nada. Me decía Florentina que la vida es muy distinta, la de antes a la de ahora, hoy hay mucha libertad, antes había menos , demasiada libertad veo ahora y yo qué sé, es que yo de muchas cosas no sé. Yo estoy bien, gracias a Dios tengo de todo en mi casa y para qué quiero más. Nos juntamos los de aquí, jugamos a la petanca, unas veces gano y otras pierdo. Ahora tengo tres nietos, una vive en Alcalá y es Guardia Civil y otros dos tengo en Granada. Hacer me gusta de todo, me gusta la televisión, el Canal Sur sale mucho y me gusta casi todo.       

jueves, 8 de septiembre de 2016

PARTICIPANDO QUE ES GERUNDIO


La Casa de la Cultura del municipio frailero acogió el pasado día 7 de septiembre a partir de las 19:00 horas, la Comisión de Participación Ciudadana de la villa, con el objetivo de dar a conocer sus puntos de vista. A la misma acudió una representación de las asociaciones del municipio, aunque se notó falta de algunos colectivos. 
A esta reunió acudió el alcalde, el popular José Manuel Garrido y las ediles Susana Garrido y Encarnación Castro.
La concejala de Servicios Sociales, Susana Garrido, enumeró una serie de actividades que se realizarán proximamente, como el II Encuentro de Autocaravanas, el II concurso de Aceites de Oliva, Dia de  la Mujer Rural o el Taller Micológico.
Una de las cuestiones que se abordó, fue la votación para el logotipo de la Marca de Frailes, que se presentará el próximo día 30 de septiembre. 

Asimismo, se votó el II Premio Honorofíco Santa Lucía, que es un galardón para la persona que se ha distinguido durante el año en el municipio. Por lo que se hizo una votación entre los presentes, sobre una terna de nombres que se propusieron en aquél momento. Entre los que estaban Pilar Lebrón, María Garcés, Miguel Montes o José López. Todas estas personas están ligadas a Frailes por diversos motivos. Realizado el sorteo, una vez que votaron los presentes, salió ganadora de este II Premio Santa Lucía, Pilar Lebrón, por mayoría de los votantes presentes. Esta mujer es una persona sencilla que ha hecho numerosas acciones solidarias en la comunidad frailera.
Igualmente, se hicieron peticiones para realizar algunas obras, por las asociaciones. 
En mi opinión, acudieron pocas personas a esta reunión que se llama de participación. No obstante, el alcalde dijo que se había invitado a todo el que quisiera. Desgraciadamente, la gente no acude a estas reuniones que para mí fue interesante y se decidieron cuestiones de algun calado especial.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

CHUMBERRI HA MUERTO

A este perro que se llama Chumberry lo conocí un día en casa de Michael Jacobs. No estaba allí por casualidad sino que se había convertido en un habitante de la misma. Siempre que fuí por allí, se mostró amable conmigo, se dirigía hacía mi pierna y su cabeza me hacía una caricia. Cuando era joven, estaba todo el día moviéndose, iba de su caseta a todos los lugares de la casa; por la piscina, por las escaleras, por el patio, por dentro de la casa. Se hizo un can grande y muy cariñoso. Mientras estuvo Michael estaba muy contento, después parece que se volvió nostálgico. Todos los que ibamos por casa de Michael, somos admiradores de este perro tranquilo y cariñoso. Alguna vez fui hasta aquella vivienda y no había nadie, entonces llamaba a Chumberry y pronto bajaba las escaleras y se acercaba al portón verde de la entrada. Acercaba su cabeza y la acariciaba. Ayer me dijeron que se había muerto y sentí muchas sensaciones. Chumberry forma parte de mis vivencias.

NO SE LO QUE PUEDE PASAR

 
Podrías trabajar en la construcción. Así te podrías hacer un hombre. Búscate alguien que te quiera; cortáte el cabello. Podrías regalarme unos tomates de la Veguetilla. Date media vuelta y vuelve a entrar. Cuando tengas las cosas claras, vuelve a lavarlas. ¿Quién dice, donde está la solución? Hoy no estoy inspirado, mañana creo que tampoco. ¡Qué ilusión¡ Conocí a una melena al viento. ¿Hay alguien por ahí? Soy de la puta base. Soy de la élite dominada. Buscaré un lugar donde se encuentran las estrellas. Nadie se librará de Endesa. Me acuesto. He vuelto a equivocarme. Me levanto. Me voy. Los autos necesitan combustible. Aún no hemos hablado todo lo necesario pero no importa. ¿Qué puedo hacer? No lo sé, algo se me ocurrirá. Cabildo ha vuelto a beber. Gamazo ha vuelto a comprar un llavero. Maria la Betuna empieza a vender yogures. Viajar es importante, pero en el tiempo. Aún se pueden hacer milagros, o al menos cree en ellos. Escuchaba la misa desde la puerta de la iglesia y cuando llegaba el Evangelio se iba a casa de Adela a tomar una cerveza. Miraba a todas las muchachas de buena familia a la salida del instituto. Deme medio kilo de boquerones y un puñado de almejas. Ir a Lisboa es toda una Odisea. Viva la exaltación de la religión. Ya puedes morirte, has conseguido tener una pensión de 700 euros. No dejaré que te crezcan las uñas, te hacen la figura más estilizada. Eres una persona rara que vas sola por el mundo. 

Siguen tirando cohetes, no pueden prescindir de ellos. Son como la llamada de atención para la diversión. Ahora hay autos que van y vienen y juegan a las carreras. Cada vez que la luna sale, se apaga una estrella fugaz y otra fulgurante. ¿Porqué aún, no están aptos para hacer el amor los clérigos de los credos más antiguos?. Hay gente que da palos de ciego y otros que vuelven sobre sus pasos. Quieren hacer de España una nación ingobernable y de ellos unos gobernantes imprescindibles, mientras tanto van cobrando sin apenas cumplir su obligación. Algunos viven para comerse una paella. Otros para comprarse un vestido y todos para morirse. La última vez que te vi, tuve una visión cuasi infantil. La fábrica de la luz está siendo desarmada y mientras tanto se alumbran con velas. La fábrica del pan elabora barras a 20 céntimos que no son rentables pero si son comestibles. Viajar es un placeer sensual como el fumar. Hay gente que lucha medio año y le queda una pensión vitalicia de alta gama. Yo fumo en espacios abiertos y me llevo el humo a habitaciones cerradas. La última vez que te vi, tenías prisa pero andabas muy despacio. La higuana que te acompañaba estaba muerta de miedo. Vives en un mundo tapado por la indiferencia. Desde lo alto de las Cruces no se ven los baches de la carretera. El mundo está lleno de pasos elevados para poner inconvenientes al movimiento. Se le acabó la tinta del bolígrafo, pero siguió escribiendo con la yema del dedo índice. 

lunes, 5 de septiembre de 2016

CUIDADA PERO TRISTE

Fuí a ver a mi hermana Emilia que está hospedada en una residencia de mayores en la localidad de Cabra (Córdoba). Ella tiene 83 años. La ví triste, seria, ausente, sin ganas, sentada, apoyada en un andador, solitaria, conforme, sin esperanza, sin futuro, sin importarle mis palabras.
La ví como cabreada, como añorando su pasado, su casa, su nieto, su calle, sus vecinas. Recordando aquella habitación donde estaba más sola que la una.
Ella está mejor cuidada, está con otras mujeres ausentes, con andador, mujeres aparcadas en aquel lugar donde pueden rezar e ir a misa cada día. Llegó la hora de comer y todas se dirigieron a un lugar que llaman comedor; sor Carmen me dijo que mi hermana no come, que lleva tiempo que no hace por comer. Ella está mejor cuidada que estaba en su casa de Frailes. Pero sigue triste, deprimida, sin ganas de vivir, como dejando pasar el tiempo. Sentados los dos allí, pensé que había tardado tiempo en ir a verla. Le pusimos unos toques de agua de colonia que le habíamos comprado y al final dijo que olía bien. Después, ella se fue andando despacio hasta llegar a su sittio en el comedor. Sacó su servilleta y los cubiertos estaban colocados, mientras le daba dos besos en su frente. Entré en su habitación y no tenía ninguna foto de nosotros. Ya en el auto, de vuelta, me contagié de ella y se me olvidó hablar durante varias horas.

sábado, 3 de septiembre de 2016

DE LA ANTÁRTIDA A FRAILES


El periodista y escritor argentino Federico Bianchini parece una persona asentada y a pesar de su juventud tiene muchas cosas claras. Durante estos últimos días ha llegado a la comarca desde Buenos Aires y está conociendo muchos aspectos de la Sierra Sur, con visitas a la aldea de Ribera Baja, Alcalá la Real, Frailes y conociendo a mucha gente de aquí.  Bianchini vive en Buenos Aires, es subeditor de la revista Anfibia y ha sido ganador del premio Don Quijote de Periodismo que se entrega al trabajo mejor escrito en lengua española.
Dice que se enteró del proyecto de la beca de Michael Jacobs por Internet y que conocía al anterior ganador Alex Ayala, en un taller de la Fundación García Márquez y cuando se enteró de la convocatoria, pensó que era un buen impulso para escribir el libro sobre la Antártida. Fue a la Antártida en febrero de 2014 y allí durante un mes y cuando volvió, le propusieron ir a cubrir el mundial de Brasil. Cuenta que tenía unas 48 horas de grabación del viaje de la Antártida y con este material pensó que tenía la excusa para hacer el proyecto y el libro, por lo que se inscribió a la beca y empezó a desgrabar todo el material. Volvió a entrevistar a algunas personas que había conocido en la Antártida y todo ello le dio un gran impulso.
Sobre la figura del escritor Michael Jacobs comenta que «en estos días que he estado acá, me he ido interiorizando, en Argentina había buscado libros de él, pero no los encontré, me compré ‘La fábrica de la luz’ y de Madrid me fui a Rusia, allí comencé a leer el libro y a sumergirme en el Frailes de Jacobs y de Manolo ‘El Sereno’ y en realidad desde Buenos Aires me interesé por el último libro de Jacobs sobre Colombia, me lo compró una amiga pero aún no lo he recibido. Cuando llegué acá, es difícil estar en Frailes y no ir conociendo la historia de Michael Jacobs, pues con cada una de las personas que he hablado, me ha contado una historia y me han dicho como era y en muchas de las anécdotas que fui escuchando, aparecía Michael, después conocí a su mujer, Jackie Rae, y a muchos de sus amigos  y me fui dando cuenta de que Jacobs es parte de la historia de Frailes. En principio, por lo que leí, que era un gran escritor que contaba historias de una manera muy divertida pero a la vez sincera y da una visión de la vida de Frailes en esa época y luego cuando fui hablando con la gente, me fui dando cuenta de que fue una persona muy solidaria que sabía tener muchos amigos, con un gran carisma y que sabía empatizar con muchas personas y en la Antártida una de las personas que entrevisté me había dicho que una persona muere cuando nadie se acuerda de ella y acá en Frailes lo que descubrí es que toda la gente habla de Michael Jacobs en presente y es como si siguiera vivo y siguiera estando aquí entre nosotros».

Sobre su libro de la Antártida manifiesta que lo dividió en tres partes, así la primera y la tercera es como un diario de viaje donde cuenta las impresiones que fue teniendo mientras estaba allí, pero añade que en la base Carliño que es la base más científica de la Argentina hay 18 militares que viven todo el año y en verano se le suman unos 50 más. Fue entrevistándolos a casi todos y se propuso contar como era la dinámica de la base y el estudio científico que hacen los militares y fue sacando algunas historias. Además, dice que allí quedó atrapado, porque fue por diez dias y llegó un momento en que no sabía cuando podría salir de allí. Repite que es muy fácil aislarse allí y aconseja que en la Antártida hay que abrirse a los demás, pues los espacios son muy reducidos y es malo estar solo. «Allí, era difícil estar solo, erámos 80 personas en espacios muy chicos pero cuando estaba solo, sentía una especie de incertidumbre que se transformaba en angustia y por ello comencé a buscar gente y allí se genera algo especial con las personas, como cuando se está en la guerra que es una de las maneras que hay para sobrevivir. Por más que hay peleas o gente que no gusta, todo el mundo hace una piña para fortalecer la unidad entre todos, lo que sentí, es como si hubiera entrado en un ecosistema y tenía que andar con mucha cautela para confraternizar con todos». 
Federico Bianchini se está empapando de lo que está observando por aquí. Le ha gustado la calidez de estas gentes, la comida, la tranquilidad que se respira y seguro que volverá, porque ha encontrado a gentes que le han enseñado esta forma que hay de vivir aquí.
De aquí, de Frailes y la comarca dijo que lo que más le había impactado eran los paisajes. «Esa especie de campo dorado y moteado por los olivos de forma casi geométrica, eso me ha intrigado, es  como si fuese un diagrama matemático y luego la calidez de la gente, la solidaridad, como que se nota y que Jacobs escribe, cuando cuenta que no podía entender ir a un lugar y no tenia para pagar y le decía, bueno no importa, paga después y otro le llevaba tomates y él decía, pero bueno me van a llenar la casa de cosas y que iba al banco a cambiar plata. Es un poco eso, que hay un cuidado por el otro y una especie de sentimiento de que la otra persona esté bien y de que se sienta cómodo que es muy agradable».
También opinó que los días que ha ido pasando por aquí han sido muy agradables, «la verdad es que pienso que es uno de los lugares más entrañables que he conocido y antes de irse uno, tiene gana de volver, de hecho me voy a quedar unos días más y me ofrecen casas para quedarme y me siento tan a gusto, que me dan ganas de estar aquí».
También, añadió que «hay que tratar de tener tiempo para poder disfrutar las cosas que uno le gusta hacer y entre ellas estar con mi esposa, con mis amigos, poder leer, poder escribir, poder compartir con mi familia, ir a nadar, correr y también estoy escribiendo una novela pero ahora la tengo aparcada».
Federico Bianchini está encantado de haber venido a la Sierra Sur y conocer el Frailes de Michael Jacobs y Manolo el Sereno. Ha visitado la fortaleza de la Mota y se le ve que es una persona viva que se interesa por lo esencial. Es una persona alegre y positiva y seguro que como escritor tendrá ocasión de dar a la luz nuevos escritos y crónicas para decir que la vida es importante y vale la pena estar aquí.

jueves, 1 de septiembre de 2016

LA LUNA SALE CUANDO MENOS TE LO ESPERAS



Tomé un tren equivocado y llegué a un destino incierto. El camino estaba oscuro y daba pasos de ciego. Esperaba que la luz se hiciera como en la Biblia. Los rayos no llegaron hasta que el sol salió. Hacía calor y las gentes se disputaban un pedazo de playa en la arena. ¿De qué huyen los que se van de viaje?
¿Existe el principio de aconfesionalidad? O cada uno es libre de creer en la intimidad. Volví sobre mis pasos. Me dijeron que fuese a aquél lugar y fue una trampa contra mi destino. Usted tiene una enfermedad y morirá después de que cuente tres. No estoy aquí para sacarte las castañas del fuego. Vuelve Loly, vuelve, gritaba desde una ventana, pero era imposible, aquella mujer nunca más volvió y su vida fue un paño de lágrimas, a veces dulces, otras amargas.
Deberías pasear por las Ramblas, ver aquella diversidad de mujeres y de hombres. ¡Imbécil¡ La luna salió y  no la atrapaste. Te tengo dicho que no hay lugar donde el pensamiento no tenga su desarrollo. ¿Porqué yo, que nunca me han multado?
Me hubiera gustado votar a Rajoy y darle los 6 votos que le faltan para seguir jodiéndonos la vida. Los otros se jactan, se miran, como si tuviesen la verdad y huyen hacia la nada, llevan huyendo milenios e ironizan como si viniesen de vuelta de todas las cuestiones.
Lo simple, lo inocuo, lo intrascendente triunfa en muchos lugares. Yo no tengo un yate para partir a esos mares del sur, donde Crusoe se perdió y encontró su destino. Tampoco soy capaz de conquistar los lugares inhóspitos donde brilla la envidia o no hay sol. Federico fue a la Antártida y volvió lleno de historias. Todos los días, miles de personas encuentran el amor tirado en una cuneta y se lo echan a cuestas para ver si tienen suerte. Florentina tiene una filosofía de vida pero se la quieren arrebatar. Dios es una palabra de mucha altura. En la Hoya hay un supermercado que venden de todo. En Ribera Baja hay ríos llenos de agua para hacer pan esponjoso y tibio para las mañanas de septiembre. Usted tiene una enfermedad degenerativa que curará con el tiempo y con paños no muy calientes.
Usted ha tenido suerte, podrá trabajar de sol a sol por tres euros la hora y tendrá cinco días de vacaciones al año, pero estará de alta en la Seguridad Absoluta