Vistas de página en total

domingo, 13 de septiembre de 2020

PASEO POR LA PLAZA


Llegamos a casa de Maripi y nos invitó a comer unas albóndigas, como aún faltaba más de una hora, dimos un paseo, visitamos la casa de Rosita y la obra que está haciendo, subimos la cuesta de la calle Corral, nos sentamos en un banco en la casa que fue de mi abuelo Camilo, seguimos a la calle Horno y allí estaba la casa en la que nací. Llegamos hasta la plaza del Rector Mudarra, allí seguían las casas de don Sebastian, el secretario, la de Encarnita de Maravilla, la antigua farmacia, la casa de doña Amadora y aquella mesacamilla en la que se sentaban aquellas mujeres, había que subir unas escaleras empinadas. Enfrente la ermita del Calvario, el local donde estaba el estanco de Pepito, la casa de Merceditas y la de Miguel Vallecillos y casi en el centro estaba la fuente, primero con un caño tieso y en la que caí varias veces y llegaba chorreando a mi casa y tenía que desnudarme y colocar la ropa en una silla para que se secara. Iba corriendo por aquellas estrechas calles, y más de una vez me estrellé contra aquellas piedras borondas y duras y mi frente al instante derramaba sangre y mis rodillas siempre estaban con pupas y ensangrentadas. Me lavaba en una acequia que venía del Nacimiento por la calle Alba y con un estropajo y jabón de sosa caustica, mi Maripi me dejaba desenconchado y las huellas de las sandalias de goma se me señalaban en mis pies.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario