¿ES ESTE EL SOCIALISMO QUE QUEREMOS?

La palabra socialismo la hemos ido deteriorando. Era una expresión hermosa que dejaba un buen sabor de boca cuando la pronunciabamos. Hoy se ha ido convirtiendo en una adecuación injustificada de usos y costumbres que muchos no comprendemos. Con repetir en los discursos chico-chica no se combate la desigualdad de género. Las palabras se deben convertir en hechos para que tengan veracidad y lleguen a los ciudadanos. El reparto de la riqueza, de los puestos de trabajo o de los medios de producción debe hacerse para todos los ciudadanos y no para unos pocos privilegiados.

Este jueves pasado asistí al pleno del Ayuntamiento y la mayoría de las cuestiones que se trataron no eran propias de un Gobierno Socialista: los últimos ejemplos de este municipio van encaminados a cambiar todo lo que se pueda la gestión pública por la privada.

Así tenemos que la Escuela Infantil la lleva una empresa privada, algunos servicios sociales también han ido por el mismo camino; la ayuda a domicilio igual e incluso se pone como ejemplo la enseñanza concertada en vez de la pública, sin descontar el funcionamiento del hospital que está en manos de una Agencia. Todo esto nos conduce a una maniobra en la que van perdiendo cada vez más peso los vecinos. Hasta el punto de que la concejala de IU, Rafaela López Malagón dijo en el pleno que '¿Para cuando una gestión de lo público por lo público? Y si no se defiende lo público, ¿por qué no montamos una mesa de contratación, para que una empresa nacional o internacional privada gestione el Ayuntamiento?'

Hemos entrado en una dinámica peligrosa en la que vamos confundiendo el gobernar para todos los ciudadanos con una especie de consumo, de ranking, de competencias que son muy raras; creo que para que un pueblo se desarrolle no hacen falta muchas cosas, no tener grandes edificios, ni comprar más cosas; lo importante es que los ciudadanos se sientan bien, tengan un empleo que les dé para vivir en unas condiciones aceptables, una casa, una asistencia sanitaria y en fin una forma de vivir que crezca en valores que sirvan para todos.

 

Es magnífico que un partido como el PSOE alcalaíno lleve gobernando 36 años y los vecinos sigan votándolo, es una prueba de que tiene un electorado fiel que aplaude sus actuaciones, por lo que si no hay una crítica y si no dejan de votarlo, todo el mundo se creará que lo están haciendo bien; pero he estado repasando acepciones del socialismo y alguna dice que es una doctrina política y económica que propugna la propiedad y la administración de los medios de producción por parte de las clases trabajadoras con el fin de lograr una organización de la sociedad en la cual exista una igualdad política, social y económica de todas las personas. También dice que el socialismo del siglo XXI supone que es necesario un reforzamiento radical del poder estatal democráticamente controlado por la sociedad para avanzar el desarrollo. Por otro lado esta Noruega que combina una actividad de libre mercado con una fuerte intervención estatal dando lugar a que algunos académicos lo consideren «el único socialismo del siglo xxi», con muy bajos niveles de desempleo, desigualdad y de corrupción. Creo que el socialismo alcalaíno dicta mucho de parecerse a esta definición, o quizás yo esté equivocado y el socialismo alcalaíno haya evolucionado tanto que  haya sufrido una transformación tan grande que muchos no lo reconocemos; pero en fin, doctores tiene la iglesia. Esto es lo que hay, pero los que no creemos en ‘esto es lo que hay’, tenemos que seguir transformando ‘esto es lo que hay’ por un futuro en que lo público sea público y no privado. Si este fuese el socialismo que queremos, lo teníamos todo resuelto, porque aquí lleva funcionando 36 años, pero aún quedan muchas respuestas por despejar.