Junto al Parque de Bomberos y en un edificio flamente y nuevo se encuentra la Escuela Infantil que hoy celebró una jornada de Puertas Abiertas para que todos los alcalaínos puedan conocer este edificio que alberga a 40 niños, siendo el menor de cinco meses y los mayores tienen 3 años.
Su directora María del Carmen Baca, sonrie al ver a estos niños felices en las diversas dependencias que la componen. Los padres pueden llevar a sus hijos temprano, hay una habitación para dejar los ‘carritos’ y un tablón de anuncios donde se han colgado las diversas actividades que se pueden realizar durante todo el día.
En otra sala al lado, duermen varios niños y el silencio embarga la estancia; las paredes están llenas de trabajos hechos por ellos mismos, y en los pasillos había ayer varios padres que se interesaban por los documentos para poder inscribir a sus hijos.
El período de escolarización estará abierto hasta el próximo 30 de abril y las matriculaciones se podrán formalizar en el centro, ubicado en calle Pintora Cañete, 37 (junto al parque de Bomberos).
La metodología está basada en los principios de Montessori, un aprendizaje a través de experiencias donde el niño es el principal protagonista, potenciando su autonomía, seguridad, curiosidad, creatividad y donde la participación e implicación de las familias es fundamental.
La educación del centro es bilingüe y cuenta con 115 plazas: 2 unidades de 0 a 1 año; 3 unidades de 1a 2 años; y 3 unidades de 2 a 3 años. Dispone de servicios de aula matinal, comedor y servicio socioeducativo. Asimismo tiene un servicio psicopedagógico de atención a niños con necesidades especiales: psicología, pedagogía, logopedia, atención temprana y psicomotricidad.
El horario del servicio es de 7:30 a 17:00 horas ininterrumpidamente, de lunes a viernes, durante 11 meses al año (septiembre a julio).
La concejala de Educación, Ana Belén Serrano, que visitó la escuela infantil La Mota, ha indicado que «la metodología de la escuela infantil implica que los y las niñas aprendan jugando, fomentando su autonomía, la creatividad, y su autoestima. Se fomenta que el niño aprenda a expresarse libremente y el profesorado es una guía para las necesidades de los y las niñas.En definitiva el objetivo del programa es que sea feliz jugando».
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