Sabia que te ibas para Sevilla y parece que ha llegado la hora. Goodbye, Ana. Después de diversos años contigo, de encuentros y desencuentros, al menos, creo que algo ha quedado en nuestras vidas para recordarnos. Al menos, a mí me ha quedado y me quedará un poso de cariño. Y te recordaré como concejala de Cultura, en el Aula Magna de Capuchinos, dando un buen discurso y defendiendo tus teorias y fue una etapa brillante.
Me contaste cosas de tu vida, de tu familia, que a veces coincidían con la mía, somos hijos de taberneros, de personas que lucharon parar darnos lo mejor y poder tener una vida digna.
Sobre todo, ahora, te vas y Dani me dijo que lo dejabas desamparado, pero todos marchamos, vamos y venimos y nos encontramos. Has tenido una de las mejores etapas de tu vida aquí. Yo te he pensado algunas veces, como has superado tus dificultades y otras veces te he criticado, pero siempre lo he hecho con cariño. En fin, seguimos en la brecha, ahora te vas a otro lado, pero tu sonrisa, tu cara de brillo constante, seguirá por estas sierras y gracias por haberte conocido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario