Es difícil mantener un día tras otro la dignidad, es una batalla sin fondo que la vida nos da. Equivocarse, errar, salir adelante y seguir manteniéndose como si no ocurriera nada. Pero ocurre. La mayoría de las personas nos mantenemos, seguimos, más bien que mal, realizando nuestras cosas. Trabajando, cumpliendo con nuestras obligaciones, respetando a los demás.
Y ahora, que vemos que hasta la Monarquía tiene problemas para mantenerse y eso que son reyes, reinas, infantas, príncipes y Dios los ilumina porque son sus representantes en esta tiera, los simples mortales que vamos a decir, si hasta los reyes se equivocan.
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