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sábado, 14 de abril de 2012

EL DIA DEL VINO SE CONVIERTE EN AGUA



 Nunca llueve a gusto de todos, lo que para unos es bueno para otros es el remate. Y eso ocurrió hoy en la villa de Frailes que el agua inundó la fiesta del Vino del Terreno y dejó un sabor agridulce a los vecinos y visitantes.
Desde las 23:00 horas del pasado viernes el agua cayó con intensidad en la comarca y, también, en el municipio frailero, las calles parecían pequeños riachuelos pero las caras de las personas que asistieron a esta XVI Jornada Vinícola y Gastronómica, que es como se le llama ahora, no tenían ninguna tristeza, al revés, todos estaban contentos porque la lluvia que caía, era un regalo para los campos de toda la Sierra Sur. Y, llovió como a veces la madre Naturaleza lo hace, inundando caminos, calles, veredas y el recinto ferial, donde se desarrolló toda la comida.
Antes, sobre las 12:00 horas, se iniciaron las actividades. El propio alcalde, el popular José Manuel Garrido, fue el encargado de presentar la jornada. A continuación, la cronista oficial de la Villa, María Teresa Murcia, dio cuenta de la publicación de una guía turística, dirigida por ella misma y con el trabajo de muchos fraileros. Siguió el turno de la concejala de Turismo, Encarnación Castro, que manifestó que todos los fraileros debían ser agentes turísticos para dar a conocer el municipio a las gentes que llegan a visitarlo.
Por último, fue la edil Lucía Serrano la que presentó a la conferenciante, la ex ministra popular y actual diputada por Jaén, Elvira Rodríguez.
Esta mujer añadió que no entendía de vinos, pero que sí entendía de cosas de España y alabó las costumbres y las cosas que se hacen en los pequeños pueblos y que transcienden en toda la geografía española.
Habló de Frailes en el siglo XIX cuando se independizó de Alcalá la Real y consiguió empezar el camino de su propio gobierno y destacó las debilidades de aquellos tiempos, con deudas grandes y con pocaas mujeres en las escuelas.
Una vez finalizada la conferencia, fue obsequiada con un regalo por la Alcaldía y como seguía lloviendo la representación teatral se  tuvo que hacer en el recinto ferial, donde con unas lonas se impedía que el agua pudiera inundar este lugar.
Por el camino que conduce al recinto ferial había decenas de automóviles y la lluvia entorpeció mucho su aparcamiento, no obstante, todo siguió su curso y los trabajadores y el maestro de cocina, Miguel Montes, tuvieron dispuesto el sustento para este día. Nada menos que la olla podrida, un especie de cocido de habichuelas y garbanzos con todos sus ingredientes. Además, de un buen plato de carne de cerdo, perfumado a las hierbas aromáticas de la Sierra Sur y de postre  dulces típicos de la localidad: pestiños, roscos y nochebuenos.
Y, también, el vino que no faltó, el vino de la vida, de los campos de Frailes, porque en esta edición el vino de terreno fue la estrella, el vino producido por los propios agricultores fraileros.
Y puede ser que esta edición sea la que guarde el último formato de los últimos tiempos porque se piensa en hacerlo de otra forma.

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