Cualquier persona que tenga un cacho de poder, por muy pequeño que sea te puede amargar la vida. En cualquier momento, un alcalde, un jefe de personal, un director de un periódico se cruza en tu vida y te la puede echar a perder. Una persona que está realizando un trabajo honestamente, puede que llegue un día que se le atraviese a su jefe y salte a la calle como un perro. Esto está ocurriendo en toda España y sigue sucediendo. Por cualquier causa, porque no le guste la ropa que lleves, porque no le guste lo que andas diciendo, porque no le guste lo que escribes, pues como no hay ninguna ley que regule todo esto, puedes estar de patitas en la calle y al momento te puede sustituir otra persona que ya han preparado para ello.
Pero, bueno, que todo estos que tienen un cacho de poder tengan cuidado, porque también la suerte se puede torcer con ellos. Porque Mbarak, Gadafi o cualquier otro gobernante estaban tan tranquilos en sus puestos y mira lo que les ha pasado y esos eran jefes de gobierno. Las desgracias suelen sucederle a los seres más desgraciados pero la vida tiene para todos y cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas a remojar, porque desgracias puede haber para todos.
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