Estamos en un momento complicado y la respuesta de los poderes políticos ha sido totalmente inútil. En vez de rescatar a las personas que sufren en sus carnes los problemas, han dado, como siempre, soluciones para los más poderosos. Los desempleados, los que sufren, los que tienen hipotecas, hijos, enfermedades y otras desgracias no entienden nada de lo que se está haciendo. Parece como si se quisiera apuntalar un sistema que no ofrece garantías, un sistema que es bueno para unos pocos y desgraciado para la gran mayoría de personas.
Los políticos están apoltronados en sus sillones, cobran buenos sueldos, tienen aseguradas sus pagas a perpetuidad, otro tanto les pasa a los grandes empresarios, hombres de negocios, banqueros e individuos que manejan todo este entramado.
El arreglo debería empezar por los propios políticos que se bajasen sus grande sueldos, por los hombres de negocios que se reparta el dinero que gana o por los empresarios que sus plusvalias no sean tan fuertes como hasta ahora. Es más, el sistema éste no funciona, condena a la mayoría a la miseria y unos pocos elegidos viven como reyes. Pero claro, la mayoría ni protesta, ni lucha, ni dice nada de la forma en que está repartido el mundo. Cada uno busca la solución individualmente. Los partidos politicos les dicen que voten cada cuatro años para seguir gobernando y hay poca diferencia entre ellos, sólo que voten y paguen impuestos para seguir realizando su 'trabajo'.
En Andalucia y en nuestros pueblos se ha seguido un sistema de dependencia. Han dado el desempleo agrario a los parados. Pero resulta que se han hecho parados todo el personal. Desde el panadero, hasta el constructor o el peón de albañil y no sólo ellos sino toda su familia e hijos desde que cumplen 18 años. No han establecido un sistema de inspección para tratar de ver quien se merece esa miserable paga y los alcaldes firman y firman certificados de desempleo a disestro y siniestro, sin saber si el que lo recibe tiene miles de euros en el banco o numerosas fincas y vive como un rajá en tierras de Las mil y una noche. Como puede ser que un desempleado esté trabajando con su propia empresa, otro tenga miles de kilos de aceituna, otro tenga inmuebles de alquiler y el politico o responsable de turno siga firmando esos certificados para que este corrupto siga cobrando el desempleo. Llevo 20 años pensándolo y todavía no encuentro la solución.
Como puede ser que se nombren ministros a diestro y siniestro que no saben de la misa la mitad, que no entienden de infraestructuras, ni de dependencias ni de viviendas y a los pocos meses los quiten y les quede una paga de miles de euros. Todo eso lo estamos pagando los contribuyentes y nadie dice nada.
Ahora nos asustan diciendo que el sistema de pensiones puede ir al traste dentro de unos años y se quedan tan panchos y siguen nombrando ministros sin el menor repelús.
La solución es que este sistema ha fracasado, no se puede redundar en él; lo que se tiene que hacer es buscar un nuevo sistema y el único que solucina las cosas es el trabajo para todos y que se reparta la riqueza para todos. Lo demás son diferencias y tonterias que no nos llevarán a ninguna parte.
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