Me parece que conocí a Antonio González una noche en casa de Manolo el Sereno y me lo presentó Elena Víboras. Me dijeron que era psiquiatra y lo elevé a los altares y lo envolví en un aura de persona importante, porque los médicos casi siempre han estado en un lugar especial, como los chamanes de las tribus.
Después, Antonio González se fue acercando pero no mucho, solo tuve un conocimiento somero y crucé algunas conversaciones cortas sin llegar a profundizar.
Hoy, 30 de mayo, Antonio González ha dictado una conferencia en el Palacio Abacial y ha hablado de las relaciones entre los adolescentes con sus padres y viceversa y también ha sido como una despedida, porque este hombre se va a jubilar pronto.
Y allí, en medio del Aula Magna del Convento de Capuchinos, Antonio González parece que se ha despedido de los alcalaínos y ha comunicado que ha pasado 34 años de psiquiatra en Alcalá la Real y ha pasado unas 100.000 consultas, un gran bagaje para su vida que deberá tener una serie de conocimientos de muchas mentes de sus pacientes.
Antonio González ha gozado de una posición privilegiada gracias a su profesión y ha tenido acceso a muchos conocimientos. Contó que en aquellos años, cuando empezó, se desmanteló aquella estructura médica que había y se estableció un plan de psiquiatría comunitario.
Antonio González ha dicho que cada uno tenemos la capacidad de vivir el presente y buscar la solución de sus problemas. Después, añadió que le han enseñado muchas cosas y que nunca quiso hacer daño, a las personas que ha caído bien les dio las gracias y pidió perdón si a alguien ha hecho daño.
A pesar de que la charla era sobre el mundo de la adolescencia y de los padres, la tituló ‘Viva la vida’ porque quería darle un aspecto gozoso a la conferencia. Más tarde, dijo que la adolescencia es un tiempo duro y rico en muchas cosas, pero es un tiempo importante en la vida, un tiempo complejo y duro. Aconsejó que el padre debe acompañar al adolescente en esta etapa, siendo fundamental una buena comunicación con los padres. El lenguaje que hay que usar debe ser preciso, conciso y macizo. Citó a Sócrates que dijo que ‘los jóvenes de hoy en día son unos tiranos, contradicen a sus padres y le faltan al respeto’ y también a Cicerón que manifestó ‘estos son malos tiempos, los hijos han dejado de obedecer y todo el mundo escribe libros’.
Añoró los tiempos pasados porque se sabía lo que íbamos hacer, ahora una de las características es la complejidad, y estamos en una cultura narcisista, donde el sistema manda mensajes. Habló de lemas como ‘todos tenemos derecho a todo’ y ‘consumid, malditos, consumid’.
Siguió diciendo que hoy se lo damos todo a los hijos e incluso anticipamos sus deseos. En la familia las reglas han cambiado, antes era de tipo patriarcal y ahora la realidad es compleja
Siguió hablando de los adolescentes y de sus mitos como la tormenta hormonal, la inmadurez, la dependencia, pero dijo que lo importante, es que el cerebro va cambiando, recibe estimulos de fuera y hay un crecimiento y muerte de las neuronas. El cerebro nunca deja de crecer y sigue fabricando neuronas si lo tratamos bien.
En fin, yo creo que Antonio González ha dado una visión de la adolescencia un poco referente a una familia convencional, una familia con casi todas las situaciones cubiertas. Hoy en día hay muchos tipos de familia, con diversas faltas y carencias. Creo que Antonio González se merece una jubilación digna y le deseo mucha suerte y que siga con fuerza en esta vida. Creo que se lleva un gran tesoro de todos estos años que ha ejercido su profesión y una fuente de conocimientos con todos sus pacientes.
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