Alberto Ramos es un joven gaditano que trata de establecer su oficio de
tatuajes en el municipio alcalaíno. Dice que se inició cuando estaba estudiando
Bellas Artes en Granada sobre 2009/2010, a través de unos amigos que se compraron
unas máquinas y él más tarde adquirió una no muy profesional para sus
principios. Hace un mes abrió este negocio en la calle Fernando el Católico y
dice que por ahora ha tenido muy buena aceptación.
Cuenta que a su establecimiento
llega público de todas las edades, clientes que aún no son mayores de edad y
tienen que venir con sus padres para demostrar que tienen permiso, también hay
personas mayores hasta los sesenta años. Comenta que el tatuaje comercial y típico
que le piden son nombres y fechas, aunque también sus clientes le solicitan
retratos de animales, mascotas o retratos de personas, también imágenes de
santos o cristos.
Manifiesta que el motivo que lleva a la gente a tatuarse es variado, en la
actualidad se decantan porque está de moda, aunque otros se lo hacen por
estética, incluso por amor o para tener un recuerdo de una persona, o para
pasar una etapa esencial en la vida.
Añade que sus clientes eligen el lugar del tatuaje y hay gustos de todo
tipo, siendo el nombre de las personas amadas uno de los más característicos,
así como las fechas puntuales que van en la muñeca, las jóvenes, dice, que se
tatúan en las costillas, también en las piernas y dice que hay clientes que
eligen cualquier parte de su cuerpo. Intenta personalizar las imágenes que le
traen, para que la persona tenga un tatuaje único, que solo lo tenga él y sea
un signo de distinción y no sea una copia de otro tatuaje. Intenta guiar a sus
clientes por la singularidad y no como ocurría hace años que se entraba a una
tienda de tatuajes había una serie de ellos para escoger, como el del demonio
que mucha gente se colocaba en la espalda.
Los tatuajes los hace con máquinas profesionales, hoy en día se pueden
quitar con el láser, aunque es un proceso más doloroso y conlleva más sesiones
que un tatuaje normal. Comenta que intenta amoldarse a todos los estilos,
realismo, blanco y negro, color, puntillismo, lettering, japonés ….
El precio de los tatuajes oscila según el tamaño, el mínimo sería 40 ó 50
euros, si algún tatuaje necesita más tiempo, los hace por sesiones de varias
horas y estaría entre 180 o 200 euros. En un brazo puede estar cuatro o cinco
horas. Hay personas que aguantan más tiempo que otros, pero a partir de las
tres horas el cuerpo empieza a resentirse.
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