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domingo, 9 de junio de 2013

NO SOY NI DE LOS VUESTROS NI DE LOS TUYOS Y SIN EMBARTO TE QUIERO

¡Ay¡ Antonio Ávila, ministro de Economía de la Junta de Andalucía me dejaste helado el sábado 8 de mayo, mientras me contabas que en Andalucía hay gente, hay ideas y no hay financiación para llevarlas a cabo, porque los bancos no dan créditos y está todo parado, y me montaste una cantinela que no entendí pero que tampoco comprendí, cuando tú eres quién puede decidir la política que se puede llevar a cabo.
¡Ay¡ Elena Víboras no me gustas cuando gritas ¡empresas, empresas y empresas¡ cuando las empresas nos están llevando a la ruina, están echando gente a la calle y seguimos teniendo unos 6 millones de parados. No es de recibo que vosotros, socialistas, vengáis a defender las empresas cuando no han funcionado y no funcionarán, porque el sistema está en la decrepitud. Pensar mejor en otro sistema que potencie a los ciudadanos, que se junten ellos mismos y con esas ideas que decís que hay, pues haced inversiones de futuro para mucha gente y no para esos entes empresariales que lo único que quieren es explotarnos, favorecer a unos pocos y sacarle el jugo a unos muchos.
Menos mal que aún queda Frailes, con un encantador de serpientes que a pesar de ser del PP, cada mañana encanta a alguien, aunque algún ofidio se le ha puesto al revés y ha tenido que dar marcha atrás. Son pequeñas cosas, como tapar un bache, hacer unas olimpiadas de juegos tradicionales o hacer un banco de alimentos.
Y que mayor contradicción que defender que haya unas urgencias en el nuevo hospital de Alta Resolución, mientras los que mandan en Madrid desmantelan la sanidad pública y quieren hacer empresas para gestionarla.
¡Porqué serán tan importantes las empresas¡
Yo aún sigo aquí, sentado en una silla de anea que compré en Valdepeñas de Jaén, y ya no fumo y sigo tomando humo, humo pues muchos venden humo infumable, como lo que le dijo Berlusconi a la Merkel, y aún sigo comulgando con pequeñas ruedas de molino porque es difícil salir de tanto bagaje. Como los antiguos generales romanos en aquellos cuarteles de invierno, sigo esperando algo mejor de lo que me ofrecéis y si no lo iré buscando como he hecho siempre, porque aún siguen pagando a falsos parados que van a pasar la revista en unas máquinas que han puesto en los ayuntamientos.

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