He caminado por puentes, montes y caminos, he llevado cargas en mis hombros, he ido aprendiendo, nadie es más que otro, y el tiempo pone a cada uno en su sitio, el poder es una entelequia, lo importante es saber que cada día se va perdiendo un cacho de uno mismo. Pero lo más importante es llegar entero al final, algo difícil pero se puede conseguir. En el poder no se aprende o quizás sí, pero en los errores, en las equivocaciones me supero y vuelvo a errar. La memoria me juega y me dribla cada día, unos dicen que no hay que hacer obituarios o como se diga, pero eso aumenta mi memoria y también le pongo una vela a quién se lo merezca.
Estoy llegando a un punto de no retorno, no hay vuelta atrás pero eso no es esencial, a todos les ha pasado, lo más importante es darse cuenta de ello.
Estoy llegando porque ya no me importan los bienes, ni terrenales ni espirituales, solo camino por estos senderos y veo lo que pasa; está bien lo que está bien y a pesar de ser una verdad de perogurullo, por eso está bien.
Me metí en muchos charcos, me mojé y salí chamuscado, pero fue vivir, y eso es lo que importa, aunque no tenga historia. Y estoy llegando porque he leido esto tres veces antes de publicarlo.
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