Aquella noche vi en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alcalá la Real a gente con pancartas, a un líder conservador hablar de que había amaños y a jóvenes concejales socialistas con dudas importantes. Pensaba en mi tía Delia que cuando fui a verla a Francia, reía y me mostraba un poster de Felipe González sonriente y me decía que a pesar de la distancia aquella noche de octubre de 1982 había salido a la calle y había levantado su puño en alto y había visto por un instante las calles del Frailes de la posguerra. Cada golpe de palabra que daba Marino Aguilera en su escaño, era como una especie de aguijón que ponía en duda la política local y entonces me acordé de Rafael Hinojosa, un náufrago socialista que llevó la Cultura alcalaína al Rincón de los Poetas; me acordé de mi hermana Maripi y mi cuñado Manuel que se agarraban de la mano, subían por la Cuesta de Cazaleno y cada vez que había elecciones depositaban su voto del PSOE en las urnas y nunca dudaron de que ese era su objetivo y el día que les llevé a comer a su casa a Elena Víboras y a Ana Cortecero fue una fiesta y la foto que les hice a todos la colgaron en la pared de su salón. También, me acordé de otra joven socialista frailera que con 24 años ha tenido la valentía de presentarse como candidata a la alcaldía de su municipio porque se lo pide su cuerpo y porque quiere dar su trabajo y su tiempo en hacer un Frailes mejor. También, en estos días me he acordado de Rafi López que contra viento y marea ha querido hacer una Alcalá mejor e intentar que su política alcance un rincón en esta Alcalá y esta legislatura. La gente que comparte, que trabaja en beneficio de los demás, esa es la imprescindible y de esa hay bastante en Alcalá la Real, en Frailes y en toda la Sierra Sur de Jaén.
La política es grandiosa, personas que no reciben ningún interés económico, son capaces de entregarse en cuerpo y alma por los demás, resolver los problemas de sus vecinos y van de un lado a otro, durante todo el día, tratando de arreglar una avería aquí, una acera allí, una ayuda económica a mengano, luchar por resolver la falta de un médico o llevar las nuevas comunicaciones a todos los lugares. Casi todos los políticos de nuestros pueblos son gente generosa que son capaces de quitarse tiempo a sí mismos y a su familia y dedicarlo a buscar soluciones para los demás. La política es entendimiento, diálogo, enfrentamiento dialéctico y cada cual defiende su ideología con argumentos esenciales, pero cuando se acaban los argumentos, las bases o la esencia de la ideología; es necesario hacer un examen de conciencia y preguntarse, uno mismo, por los fallos que ha cometido. La gran grandeza de la llegada de la Democracia a este país, fue que fueron repartiéndose las cosas esenciales, como la sanidad, la educación y otras cosas importantes, esto proporcionó alegría a mucha gente, no dejemos que se evapore la alegría porque con ella se va yendo la democracia
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