Diego Cobo ha vuelto a Frailes, se instaló en una pequeña casa, junto a la de Mercedes y Alejandro en La Dehesilla. Está poniendo en orden y finalizando su nuevo libro, pero en el camino ha decidido presentar en Alcalá la Real, el libro ‘Huellas negras’, con el que ganó la beca Michael Jacobs de crónica viajera 2017; lo hará en la Sala Infantil de la Biblioteca Pública Municipal ‘Carmen Juan Lovera’, el próximo día 4 de abril a partir de las 19:30 horas.
Esta obra de Diego Cobo, ‘Huellas negras’ trata el tema de la esclavitud, una tragedia de la que no nos acordamos pero que aún sigue teniendo notables consecuencias. Diego Cobo desgrana sus historias en una serie de reportajes, realizados en Jamaica, Gambia, el sur de Estados Unidos, Colombia y Cuba y recoge testimonios de decenas de personas y recorre miles de kilómetros; Diego Cobo en la contraportada anota lo siguiente: ‘es mi intención que el lector vea las dos caras de la luna: la visible son los textos; la sombría, nosotros mismos. En este texto desgarrador, documentado e histórico busca el equilibrio de la narración y trata de encontrar el concepto de negritud. Son relatos que emocionan y nos muestran, a través del viaje y la reflexión, que la libertar debiera ser inclusiva y no negar el abrazo a nadie.
El periodista Cobo viajó al sur de Estados Unidos y conoció ‘in situ’ como se siguen matando a personas por ser el color de su piel negra. Este joven escritor ha tenido la fuerza de llevar a un libro el vergonzoso problema de la esclavitud y ha seguido su rostro a través de los países antes nombrados.
El gran problema de la esclavitud sigue ahí sin resolver, aquellas personas que arrancaron, en su día, de su tierra, del lugar donde nacieron, los metieron en un barco, hacinados, como animales y los vendieron al mejor postor, aún claman por su identidad y no han conseguido acceder a ella.
Es difícil volver atrás y restituir aquella vergonzosa acción, mientras tanto los descendientes de aquellos esclavos siguen lamiéndose sus heridas y tratando de tener una identidad propia. Las grandes potencias del momento ‘sacaron una buena tajada’ de este negocio, a costa de la vida de miles de personas inocentes que las convirtieron en mercancía. Nunca se podrá restituir este gran daño, ¿Quiénes volverán a aquellas costas africanas de donde salieron un día? Aquellos que se fueron nunca volverán, sus descendientes andan errantes y buscando una identidad que los defina como ciudadanos.
Diego Cobo ha vuelto a Frailes, comió en los restaurantes de Angelillo y del Choto, volvió a beber agua del manantial del Nacimiento, él ha leído ‘La fábrica de la luz’ y comprendió algo más. Me dijo que en su primera visita ‘pensaba que la realidad podía ser un despropósito con forma de carcajada’. Ha pisado las calles alcalaínas, desayunó churros con chocolate junto al Paseo de los Álamos; sigue dando vida a su libro en aquella casilla, donde también elabora algún pastel para agasajar a sus vecinos. Al principio, dice que no sabía nada de Frailes, solo que estaba a 800 kilómetros de Santander, ‘que es donde se deslizan estos huesos la mayor parte del año’.
Diego Cobo, un joven escritor, responsable, comprometido con la vida, va encontrando su camino, lleno de esperanza y mira los olivos y las montañas y al fondo Sierra Nevada le aparece y sus pies le llevaron al oratorio del santo Custodio y no sé qué pensará de todas estas creencias que predominan al sur del sur de Jaén. Diego Cobo bienvenido a la villa de Frailes.
Hay dos tipos de esclavos , los que saben que lo son y luchan por dejar de serlo y quienes no saben que son esclavos y viven toda su vida sacandole brillo a sus cadenas . Me leere el libro de Diego en cuanto tenga ocasion. Me cae bien este tipo del norte .
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