-¿Cuando comenzó a coleccionar motos?
-Pues, es una anécdota curiosa porque a través de mi tio que era un hombre de campo, solterón y viejo y hace muchos años se compró una moto Lube, como vivía en Santa Ana se la llevaron allí y la primera vez que cogió la moto, se fue de Santa Ana al cortijo la Cuesta y como no sabía pararla, se paró contra una cuneta y la tuvo que llevar a su casa, a fuerza de achuchones, pues después esa moto la guardó y a pesar de que muchos le preguntaban qué le había pasado con la moto, nunca más la sacó a la calle. Estuvo colgada más de 40 años, y cuando falleció, me quedé con la moto y a raíz de ahí, fue cuando comencé a coleccionar motos.
-¿Cuántas motos tiene ahora-
-Aproximadamente 40, con mi amigo y socio Isidro López , las tenemos a medias entre los dos, también tenemos un par de autos antiguos del año 1929.
-¿Es costoso tener motos?
-El coste mayor es cuando se restaura la moto, después mantenerla no es costoso, pues aquí las tengo y no me cuesta nada. Restaurar motos es caro, no voy a decir el precio.
-¿Qué satisfacción le dan las motos?
-Bueno, es la misma que cualquier otro tipo de colecciones, o como a otras personas le puede dar el hecho de ir a cazar, el cazador le gusta ir a cazar, cuandado vengo y veo mis motos o me subo a una de ellas y me paseo, pues me da un auténtico placer; la persona que va hacer piragüismo le pasará igual, así cada uno tiene su afición, yo le tengo bastante aprecio, pero si puedo decir que es un poquitín costosa, pero como llevo mucho tiempo haciéndolo pues no pasa nada, porque me da una gran satisfacción mirarlas todos los dias.
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