Ayer oí llover, caía agua a mansalva y un tal Sebastián Vetell conducia un coche en Dubai. Ayer escuché que tenemos un Tribunal de Cuentas que está formado por doce personas de edad avanzada y que cobran unos sueldos de espanto y que deberían fiscalizar los gastos de los organismos oficiales pero parece que no lo hace. Doce grandes sueldos para tener un cementerio de elefantes donde poder ir personas del PP y del PSOE a cobrar un sueldo grande sin ganarselo.
Ayer volví a a oir a Arturo Mas decir que la independencia catalana no la para ni constituciones ni tribunales y sigue haciendo recortes a los vecinos de Cataluña como un vulgar politico de tres cuartos que dribla sus obligaciones con frases grandielocuentes.
Ayer, hoy y mañana, los que gobiernan se ríen de los gobernados, como si fuesen conejillos de indias que manipulan a su antojo. Con Bankia desahuciando a miles de personas, mientras los que mandan le arriman miles de millones de euros para levantar el capitalismo residual que se cae sin deseespero.
Ayer comí papas fritas, con un trozo de pollo, un par de naranjas y un platano de Canarias.
Ayer llovía a cántaros y hoy luce el sol, la tierra está empapada de agua y cientos de africanos aún confian en que nuestras costas siguen siendo un paraiso que hay que conquistar.
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