No hay duda que la Junta de Andalucía está en bancarrota y muchos servicios esenciales se han suprimido como las subvenciones a las bibliotecas o los honorarios a los juzgados de Paz, que ahora los tiene que pagar los respectivos ayuntamientos. Lo que no comprendo, es porque sigue dando dinero a los más ricos si esta gente es la que más tiene. El otro día la Consejería de Innovación siguió donando dinero a personas pudientes de Alcalá la Real para no se que empresas o almazaras, como si esas personas no se pudieran costear sus proyectos. Deberiamos recapacitar sobre esto y muchas cosas más, ya que hay sectores de la población con muchas necesidades. Mientras hay personas que duermen en el suelo y no tienen nada, no es de recibo que los que más tienen reciban subvenciones.
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