No
hay duda que España ha tenido y tiene una cultura cristiana y
católica, pero también es verdad que tenemos una Constitución
laica y aconfesional que debería proteger a los que no tengan
creencias religiosas y piensen que el Universo se rige por otras
leyes que no son las cristianas.
Puede
ser que la tradición de los Reyes Magos tenga mucha importancia y
que se celebre por todo lo alto en los distintos pueblos y ciudades
del Estado Español. Desde mi punto de vista, la fiesta de los Magos
de Oriente se ha ido convirtiendo en una algarabía para el consumo,
que me parece bien que se celebre, que se llenen las calles de
caramelos, haya ilusión y el mundo siga como está, que después de
pasada la fiesta, hay muchas personas en el paro, muchos vecinos que
no tienen lo necesario y unos partidos políticos que son
incompetentes para ponerse de acuerdo y gobernar el país.
Aquí,
en Alcalá la Real se iba a celebrar la cabalgata de Reyes y de hecho
salió a la calle, porque yo la vi. También vi que llovía
copiosamente, que también nevó con ganas y las personas que
estábamos allí tuvimos que refugiarnos donde podimos, e igual le
pasó a sus
Majestades
que tuvieron que abandonar sus tronos y guarecerse en algún portal o
comercio, después pasó lo que pasó, que todo se fue al garete. No
se puede luchar contra los elementos.
Creo
que se le da demasiada importancia a estas cosas festivas, pero lo
esencial está en otros problemas. Si la gente exigiera sus derechos
esenciales como el de tener un trabajo, educación universal y
gratuita, democracia directa, que funcione la justicia y en fin que
tengamos gobiernos que protejan a los ciudadanos y no a una minoría
de privilegiados.
Es
una pena que en Alcalá la Real casi nadie reivindique la apertura de
las urgencias, que los parados se conformen a su suerte, que se
invierta casi tanto en deporte como en asuntos sociales o que se den
subvenciones a organizaciones que quizás no las necesiten; pero
parece que lo más importante, es que no se juegue con la cabalgata
de los Reyes Magos y muchos se han rasgado las vestiduras porque no
saliera al día siguiente.
También,
han cargado con la alcaldesa Carmena porque la vestimenta o el
atrezo de la cabalgata de Madrid no ha gustado a cierto sector
conservador y han amenazado a la regidora con no perdonarle esto en
la vida. Cuando en Madrid ha habido gobernantes que han ejercido su
poder a capricho, han gobernado para los poderosos y nadie les ha
pedido cuentas y ahora por una nimiedad 'crucifican' a esta mujer que
desde mi punto de vista lo está haciendo bien y ayudando al mayor
número de personas que puede.
En
fin, con estos hechos se demuestra lo que les importa a los
españoles y a pesar de que hemos cambiado a lo largo de estos
últimos años, aún nos queda un largo camino por recorrer, para
distinguir y luchar por las cosas importantes y discernir en lo que
es superfluo y con poca esencia.
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