Lo había anunciado desde su Goleta hace unos días. El Naúfrago estrenó su traje marrón con la ilusión de un niño con zapatos nuevos. Tenía ganas de un terno de este tipo para añadirlo a su armario
y completar su colección. Y tal y como había dicho, lo cumplió, en la fiesta de Navidad de los socialistas. Allí acudió como un gran Petronio, con su traje marrón, su corbata y su barba blanca que se bambolea en estos días de frío. Y compartió su sensibilidad socialista con Elena Víboras, Carlos Hinojosa y muchos militantes de ese partido. Y después marchó, de nuevo, a su Goleta, a seguir escribiendo y dando que hablar y que decir a la historia alcalaína. Y en su Goleta pensará en el socialismo nuevo y viejo y lo anotará en su Diario de un Concejal y algún día podremos leer estos escritos que están hechos con la fuerza de un Naúfrago que tiene un traje marrón, hecho por una modista alcalaína de la parte alta de la ciudad de la Mota.
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