Anoche cené muy bien, rodeado de gente que me quiere, mientras iba enviando mensajes a amigos. Alberto Jaime Martínez me envió este que decía: "Nochebuena encierra el misterio de un Dios que asume la humanidad para elevarnos a su divinidad. Hoy Dios es más humano y el hombre más Dios. Feliz Navidad del Señor". Y yo que soy agnóstico, no se si soy dios u hombre o ambas cosas a la vez o ninguna cosa de ellas. Otra persona me dijo: no hay otro remedio que seguir pedaleando y me envio un beso y un abrazo.
Mientras comiamos ricos manjares, alguién me habló de la muerte y ella es el desgaste continuo en los cuerpos.
La muerte, la vida es eso que continuamente estamos amando y esquivando. Como el amor. Qué quedará de todos nosotros. Del naúfrago que se queda en su goleta para ver el mundo. Del Daniel García que camina tomando absenta de Almería a Asturias. Del rey que se equivocó y se fue a cazar elefantes y como un niño pequeño dijo: me he equivocao, perdonadme, no sabía lo que me hacía. De mí, que sigo entre el error y el aprendizaje, tratando de llegar a un lugar sin nombre.
Ahora, muchos decimos y escribimos nuestros sueños, alegrias y penas en estas redes y las damos a conocer. Ahora nos comunicamos como nunca. Ahora, estamos vivos, sigamos viviendo en este mundo para transformarlo y que sea mejor.
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