El discurso político de Vicente Moreno es diferente, muchos lo tachan de utópico, pero solo quiere que los ciudadanos participen en la vida política y eso no es utópico, solo requiere que los ciudadanos no dejen sus asuntos en manos de los políticos.
1. ¿Por qué decidió
entrar en la política local? Si aún existe un
espacio donde es posible que nuestra convivencia de luz a una política entre
iguales, a un movimiento social que intervenga en las decisiones, que dé
solución a las necesidades que se nos plantean, y donde seamos nosotros mismos
los que nos pongamos manos a la obra para superarlos, ese es el espacio local,
cercano.
Una política que sepa ver el municipalismo asambleario como la vía
de participación que no puede ser devaluada ni delegada en una mera
representación, que tantas veces es la correa de transmisión de políticas ajenas
a los intereses comunes.
Son estas premisas y una relación en
el tiempo con miembros del grupo Izquierda Unida, su invitación a colaborar y
la disponibilidad del momento lo que me ha llevado a formar parte de su
candidatura, y finalmente ser concejal y portavoz en este ayuntamiento tras las
elecciones. Así consta, e intentando obrar con conciencia y libertad, hago lo
que puedo.
2. ¿Cómo ha sido este
año y medio de contacto con los otros partidos políticos? Un año y medio para comprobar cómo, en lo sustantivo, el
bipartidismo reforzado a todos los niveles es un mismo proyecto de políticas
neoliberales. Proyectos de políticas fiscales con escasos matices de
diferencia, cargados de la retórica de un lenguaje oscuro, cifras estadísticas
e imperativos de difícil comprensión para los gobernados, a los que se les
niega la posibilidad de participar en cualquier presupuesto.
Un año y medio comprobando como un
partido con mayoría absoluta para formar gobierno acapara el funcionamiento de
la institución, haciendo oídos sordos al resto de manifestaciones, dictaminando
sin modificar una coma informes del propio gobierno local expuesto en
comisiones informativas, con la notable devaluación de los valores democráticos
y de participación que ello conlleva.
3. ¿Qué es Alcalá la
Real? El lugar donde nací, me crié y vivo; el
lugar en el que mis recuerdos y mis sueños se instalan para tomar forma. Aquí
nacen mis hijos y están enterrados muchos de mis muertos, padres, abuelos, amigos,
que guardo en la memoria.
Alcalá es el esfuerzo que dejaron y
la tarea que nos toca. Es nuestra realidad lograr de esta tierra nuestra
supervivencia como pueblo y elevar nuestra convivencia en el mayor grado de
verdad y libertad que seamos capaces de
darnos.
4. ¿Cómo define el
urbanismo alcalaíno? En síntesis, el urbanismo
actual es la culminación de un proceso, al que no se ha puesto límite, de
concentración de la población en ciudades. Apropiada la idea “del interés
general” por una clase política que manda el estado-capital, se ordena el
territorio con fines monetarios y fiscales, de control de la gente y de
especulación de terrenos de utilidad pública para beneficio de intereses
privados.
El urbanismo lleva aparejado un modo
de vida en el que, seducidos por la comodidad y la rentabilidad y apoyados por
el diseño de los arquitectos e ingenieros y los avances tecnológicos permiten
la movilidad, el acarreo de mercancías y la prestación de servicios básicos. Un
resultado del llamado progreso sobre lo que apenas se reflexiona en un
necesario ejercicio de crítica.
Un modelo de ciudad, escaparate de
mercancías, servicios mercantilizados, de elevado consumo energético y de gran
impacto sobre su entorno natural, del que necesita obtener sus recursos, cada
vez más alejados. Una población que en sus tripas se acina, se atasca, ve
limitado su espacio (caro) a su poder económico. Todo ello acompañado de una
merma de su salud ambiental, contaminación, alimentos desnaturalizados,
alejamiento del lugar de trabajo, aislamiento en una cultura de masas dirigida
al tiempo de ocio-fiesta y espectáculos para más consumo.
Alcalá, a su escala, sigue estos
pasos y en los últimos años ha más que duplicado su casco urbano, con una
notable despoblación de sus aldeas y municipios limítrofes de menor entidad.
Este resultado que tenemos a la vista ha sido posible gracias a dos agentes
principales: la calificación de suelo urbano como fuente de financiación del
ayuntamiento y la facilidad para el capital especulativo de conseguir rentas en
esta actividad.
La suma de estos factores nos da más
de dos mil viviendas vacías, un casco histórico arrumbado, patrimonio histórico
y natural falsificado y degradado para sacar valores de mercado.
La ciudad y su gente se distancian.
La ciudad hay que pagarla y se observa, más cada vez, como una mayor población
queda cruzada de brazos con riesgo de desahucio, los jóvenes no encuentran su
lugar, emigran y crece la población anciana.
Sin ser catastrofista, no se puede
negar la evidencia de la deuda que a particulares y al propio ayuntamiento
acarrea el llamado urbanismo y sus consecuencias en el orden social. Al
callejón sin salida, que de seguir en el empeño, conduce el mantener estas
políticas de acoso a la cultura rural que nos ha hecho posibles.
9.
¿Las grandes infraestructuras de las que alardea el P.S.O.E. son necesarias?
Con respecto a la segunda pregunta: las grandes infraestructuras (algunas de
dudosa utilidad) que se instalan en la ciudad no dejan de ser desproporcionadas
a nuestra capacidad de usarlas, mantenerlas y pagarlas.
Como vamos viendo tanto los
proyectos, la construcción y la gestión de las mismas tienen escasa repercusión
en la actividad económica de los propios habitantes y en la generación de
tejido productivo o prestación de servicios demandados.
Muchas de estas infraestructuras
están construidas por empresas multinacionales estatales y ha servido para
capitalizarlas con dinero público. La gestión privada de algunas no deja de ser
un nuevo impuesto por el uso de las mismas. Sin entrar en detalles y en la
línea del urbanismo imperante de manifiesto balance negativo para la vida del
pueblo, hay que felicitar por el estado general de calles, redes de
abastecimiento y saneamientos en el casco urbano. Algo más deficitaria es la
red de caminos y accesos a aldeas, algunas marginadas.
En cuanto a obras emblemáticas como
el Parador de la Mota, infraestructuras turísticas, centros sociales, parques,
centros deportivos, aparcamientos, hospital, espacios de suelo industrial…
estas infraestructuras hay que mantenerlas, cuando no nos recuperamos de las
deudas que nos ha ocasionado instalarlas.
Hay que hacer notar las ausencias de
una gestión propia de nuestros residuos, la generación de energía de fuentes
renovables y la escasa dotación para una cada vez mayor población con algún
grado de dependencia.
5. ¿Qué prioridades
tiene I.U. en Alcalá? 1. Municipalismo
asambleario. 2. Eliminación de la
pobreza. 3. Transparencia total de
información, trabajo y contratación en el ayuntamiento. 4. Nivelación de
salarios. 5. Colectivización de los trabajos municipales.
El panorama es complicado, pero si
observamos el ejemplo de nuestros vecinos de Mures, podemos tener un anticipo
de lo que se avecina. Un estado de las cuentas donde la deuda hace imposible
cualquier gasto público. Unas vías de financiación de ayuntamientos y entidades
menores que dependen irregularmente del color político del gobierno autonómico
y central, un cese de fondos europeos de cohesión resultado de nuestra
integración en la Unión Europea.
Ante esta situación donde las cifras
económicas (el dinero) funciona con unas anteojeras para ocultar la realidad de
la gente Izquierda Unida quiere quitar la máscara a la llamada izquierda del
PSOE, como ya hace el PP quitándosela el mismo y dejando ver su único interés
por las élites que representan los ricos. PP y PSOE siempre estuvieron unidos
para poder acaparar las funciones del estado capitalista que se apropia de lo
público y distrae al pueblo con cuentos.
Para IU es prioritario un pueblo
unido, participando en los asuntos públicos, informado para hacer posible un
análisis de su propia realidad. En política no hay magia, solo hay esfuerzo y
compromiso, no hay soluciones que podamos pedir prestados, ni dejar en manos de
otros, en sus lejanos sillones, que averigüen el porvenir de nuestros hijos
Es urgente sacudir la modorra, los
complejos a que nos tienen sometidos por nuestra supuesta minoría de edad, en
la que basan su tutela quienes nos sangran. (la sangre del obrero es dulce me
comentaba un pastor.)
Hay que evitar que los lazos de
convivencia que siempre ha mantenido el pueblo se vean amputados por el
egoísmo, el pisar el cuello a otro que se muestra como símbolo de triunfo social.
Somos una sociedad de iguales y tenemos que ser capaces de sostener un
equilibrio en el orden social y económico en el que podamos todos ganar al
menos justicia y siempre, la libertad.
Es prioritario no esperar parados,
acogidos a la limosna, a la subvención del Estado, ni coger la maleta como
hicieron nuestros abuelos. Si perdemos la población más capaz de valerse,
jóvenes principalmente, fracasamos como proyecto de comunidad y el capitalismo
gana su necesaria mano de obra desplazada, barata, para satisfacer su codicia.
El número de población desempleada
es consecuencia de la propia estructura económica que quieren hacernos ver como
única posible. Aquí tenemos la tierra, somos pueblo de agricultores, tenemos
una herencia que cuidar, aguas que proteger y caminos que no dejar cerrar para
volverlos a andar. Tenemos que investigar y crear nuestro propio arte de vivir.
Es prioritario, ahora mismo,
organizar cooperativas de producción, transporte, de cuidado de personas
dependientes. Sería un reto conseguir nuestra soberanía alimentaria, la
autogestión de nuestra salud ambiental, el establecimiento de una educación
permanente que nos relacionara a todos y mostrara las experiencias logradas en
nuestro día a día.
IU local se niega a hacer programas
que no se cumple, no quiere votos para representar, quiere ciudadanos que
participen y elaboren su propio programa, y como grupo político establecido,
conseguir el presupuesto, la financiación a la que todos tenemos derecho por
nuestra contribución al Estado. Sería un primer paso para continuar hacia la
desaparición del estado mismo por ineficaz y pesada carga que mantener
(agravado por la clase política), centrado en recaudar con su gigantesco
aparato burocrático, para extender su función policial sobre la amplia
población y militarismo para sostener la hegemonía del capitalismo en su fase
última, llamada “globalización”, que olvida la convivencia, única razón de lo
social,
6. ¿Cómo se podría
solucionar el problema del paro? Ya se apuntaba
anteriormente que la cuestión de tener población desempleada es estructural al
propio sistema, máxime cuando un estado que acapara todas las tareas y
mercantiliza al ser humano desde su nacimiento a la muerte, desmantela su
sistema productivo, deslocaliza las actividades industriales y planifica desde
estructuras supranacionales una economía de crecimiento ilimitado de beneficios
y de circulación de la riqueza del mundo en tan pocas manos.
El paro es una mera cifra estadística que corresponde al fracaso
de las políticas económicas que nos obligan a mantener, bien haciendo colas en
las ventanillas de las administraciones, bien haciendo cursos y acumulando
títulos para poder abrir una puerta a un puesto de trabajo en la actividad
pública y su entorno, en sus distintas categorías y ¿cómo no? La siempre puerta
abierta al joven mercenario para la permanente guerra en el mundo.
Desde aquí preguntamos ¿tan difícil es establecer un salario
social por un trabajo social? ¿Acaso no es trabajo gestar, parir, criar, educar
a nuestros hijos, cuidar a los enfermos, asistir a nuestros ancianos? ¿Cómo no
quieren parados cuando nuestro entorno y el trabajo heredado de nuestra cultura
rural agraria se abandona? ¿Cuándo no se hace nada frente a la degradación de
suelos, resultado del monocultivo y las prácticas de la agroindustria y el uso
de venenos químicos? ¿Cuántas actividades artesanales han quedado olvidadas en
la aberrante profesionalización que han dispuesto con el único objetivo de
servir a la necesidad de mano de obra de los dueños del capital y sus empresas?
¿Por qué no se reparte el trabajo público para permitir una reducción de
jornada laboral como forma de hacer efectivo aquello de trabajar para vivir y
poder tomar otros aspectos para construirnos como humanos?
El ya viejo sueño del hombre de
construir máquinas para producir lo necesario para la cada vez mayor población
esta realizado. Se vive en la abundancia, se despilfarra y seguimos
multiplicando nuestras necesidades de consumo, inútil y nocivo para las
esenciales condiciones de vida, sedentarismo, casas llenas de cacharros
obsoletos y una cada vez mayor perdida de tiempo en su manejo como forma de
ocio, así como ocupar nuestro llamado “tiempo libre” con espectáculos de masas,
que también pagamos, para divertirnos hasta reventar.
La situación de nuestros jóvenes
resulta aún más envenenada, cuando la sociedad que ha hecho, con su esfuerzo,
posible su formación los ve también obligados a deslocalizarse, a romper sus
lazos de convivencia y a no repercutir en ella sus esfuerzos y los conocimientos
por ellos alcanzados.
7. Después de 30 años de
gobierno del P.S.O.E. ¿Qué futuro le espera a Alcalá? Por lo que vemos ahora, los programas emprendidos son la inercia
de la política social-demócrata que coloca al partido “socialista” en el poder
para poder propiciar la transición de la dictadura franquista; periodo también
de la llamada convergencia con la
Europa de los mercaderes. La política local es continuista y
no se da por aludida cuando la evidencia obliga a poner orden a nuestras
prioridades para simplemente poder vivir aquí de nuestro trabajo.
Treinta años alimentando la creación
de una clase media que haga posible una sociedad de consumo instalada en las
inmediaciones del empleo público. Todo ello acompañado del desmantelamiento de
un sistema productivo, al parecer, incompatible con nuestra entrada en la Unión
Europea y que solo dejó en pie nuestros multiplicados servicios turísticos y alguna
producción hortofrutícola para abastecer sus ciudades, con la consiguiente
mayor dependencia en cuestiones básicas de alimento y energía. Treinta años
para crear las mismas condiciones de empleo que obligaron a nuestros padres a
emigrar y que ahora empuja a nuestros hijos.
A la pregunta ¿Qué futuro espera a
Alcalá? desde nuestro grupo político pensamos que si los alcalaínos no somos
capaces de levantarnos del sofá y dejar de ver la televisión tantas horas,
ninguno que merezca la pena ser vivido.
Si no somos capaces de proporcionar experiencias estando con
nuestros hijos, cuidando de nuestros mayores, solo estamos sembrando
sufrimiento. Si abandonamos nuestros campos y perdemos el necesario contacto
con la tierra, perdemos las raíces.
8. ¿Es utópico o tiene
los pies en el suelo? Tengo los pies en el suelo,
para caminar, encontrarme con otros, para soñar juntos el lugar privilegiado
que hemos encontrado en la tarea de ganar libertad, de responder a las
preguntas que nos acerquen al conocimiento de las verdades que nos hagan
ganarnos la libertad. Sin saber que soy, si sé que jamás seré verdugo y que me
resulta cada vez más imposible engañarme y mentir.
La alcaldesa en el último pleno me tachó de utópico. La
social-democracia cree vivir en una realidad pero vive en una fantasía. Vivimos
en diferentes realidades, la de una persona que gana 60.000€ al año y la
realidad de la mayoría, que gana 600€ o menos (o nada) al mes. La realidad de
una minoría, y nuestra realidad. Nuestra utopía es la lógica de la historia y
su natural conclusión la justicia y la libertad.
10. ¿La tierra debe ser
para el que la trabaja? Tierra de nadie, donde
cabemos todos. La tierra que fuimos obligados a abandonar porque se acababan
sus recursos y que ahora tenemos necesidad de encontrar para ser de alguna
parte. Un lugar donde planear la convivencia, conocer a otros para hacer viajes
y volver y poder contar la experiencia que se ha ganado. Tierra para trabajar
con nuestras manos lo necesario para vivir, para cooperar.
Naturaleza de la que aprender, y la
que cuidar. El valor de la tierra supera el uso mezquino a que es sometida.
Está al margen de su apropiación histórica, de las conquistas territoriales de
ejércitos, de los documentos emitidos desde oscuros despachos.
Intentemos el usufructo y dejarla al menos igual a nuestros hijos,
en un sentimiento que se entiende. La tierra no es mercancía para especular o
abandonarla, cuando en ella tenemos a nuestros muertos y hemos hecho en ella
una cultura tan importante para llegar a como somos ahora.
11. ¿Cómo ve a los
alcalaínos? 14. ¿Qué valores tienen los alcalaínos? Estamos en el tiempo que nos ha tocado vivir, y es este,
programado, al que damos contenido, donde nos cruzamos en los espacios
públicos, donde colaboramos en las tareas y nos relacionamos para hacer posible
la sociedad que formamos. Casualidad que nos obliga a entendernos.
No hay valores que se manifiesten
como una identidad que nos haga diferentes a otros pueblos del entorno
inmediato, ni razones para creerlo. Valga como pincelada decir que estamos todos y nadie es más que
nadie, para que no se olvide, como a veces ocurre, que no hay diferencias de
género, ni es más el rico que el pobre, el beato que alguien que no pisa la
iglesia, el joven que el viejo, el nacido aquí que el extranjero…
13. ¿Cómo ve el panorama
cultural alcalaíno? Si en la cultura están las
herramientas para la relación con el medio del que necesitamos mantenernos, así
como el lenguaje para entendernos y comunicar nuestra experiencia; el panorama,
cuando todo (también las relaciones humanas) se ha convertido en mercancía y el
saber es un título que se compra para acaparar conocimiento y llenar la panza,
es de pesadilla.
Y así es esta cultura de masas burguesa, urbana, que lo ha
invadido todo, que arrincona y desplaza modos de vida que nos han hecho
posibles y finalmente quedan olvidados.
La cultura une, y aquí nos tiene separados, aislados unos de otros,
uniformados, receptores pasivos de una comunicación donde los mensajes emitidos
por los aparatos de información tratan de hacer innecesaria nuestra respuesta.
Por fuerza, y a base de repetición, se crea una ilusión de
pensamiento único, en la dirección única que refuerza los intereses de las
élites de un sistema clasista, jerárquico, que hace del dinero su dios y de la
codicia la práctica para alcanzarlo. Los mandados a obedecer para establecer
estos fines nos vemos coaccionados, obligados y siempre amenazados por armas.
Mientras, Alcalá reza, saca sus santos en procesión, su banderas
de futbol, se alcoholiza, toma el sol que aún no le hacen pagar y espera mejores
tiempos sin hacer nada, ante una cultura donde somos objetos de consumo con una
obsolescencia programada.
Alguien me afirmó que una cultura popular nunca sería posible; esa
cultura que entendió que solo ganando la libertad se podía simplificar, aclarar
la propia existencia y cuidarla; que luchábamos y trabajábamos solo para vivir
en libertad y que esta se construía como un esfuerzo, como el pan amasado para
dar a nuestros hijos, como la única razón para amar la vida y los lugares.
La cultura popular que hizo de la viva voz, la oralidad de la
palabra, la gran herramienta con la que denunciar los abusos, las apropiaciones
injustas, los castigos, la reducción de espacios. La cultura popular espera paciente, con serenidad y fuerza ante
la adversidad de un sistema que nos derrumba.
El pueblo no es nadie, no deja escrito el documento de su
soberanía y eso le hace aún más grande frente a quienes documentan la historia
mezquina de sus conquistas, de sus dobleces y falsedades y se vanaglorian.
12. ¿Es posible otra
política en Alcalá? Pensamos que es necesaria una
política que no existe: un “gobierno del pueblo”, que deje a un lado el
esclavismo que mantiene a privilegiados, que no enmascare con eufemismos (“asalariado”,
“bienestar”, “progreso”…) las intenciones de los mismos perros guardianes que
hacen posible y vigilan el expolio del bien público, que mercantilizan la más
elemental necesidad humana y conducen nuestro esfuerzo a reforzar una sociedad
jerarquizada.
Es necesaria una política
horizontal, de iguales, para quitar peso a la carga impuesta sobre la gran
mayoría silenciosa, desorganizada, que intenta resolver su vida en el egoísmo
más despiadado en el que los cauces de comunicación sólo se producen en una
única dirección: la de las élites en el poder hacia los mandados a obedecer en
la coacción. Es necesario que la información se distribuya libremente, hacerla
comprensiva en un lenguaje de todos, para hacer posible la reflexión y la
crítica y así poder actuar.
Es necesario que nuestra economía se diversifique, no puede depender
del monocultivo industrializado del olivar, su práctica es agresiva para la
conservación del medio, en el que se aprecia un alarmante deterioro. Este
sector, que proporciona hasta un 40% de nuestra riqueza pero solo ocupa de manera
permanente a una escasa población, de manera eventual necesita una gran
cantidad de mano de obra para la recolección, que en otros momentos pueden
acogerse al sector servicios o la construcción.
La industria y el transporte, dadas las escasas condiciones
generales que históricamente han marcado las zonas interiores de Andalucía, nos
pueden hacer ver que su desarrollo no evitará nuevas migraciones y el
continuado envejecimiento de la población.
Es significativa la pequeña propiedad que parcela nuestro suelo
agrario, difícil de mecanizar y rentabilizar, y que acaba abandonándose, como
se abandonan los procesos artesanales de transformación de nuestros propios
recursos. Esta política económica que deja atrás lo social no puede dejar a
nadie con ganas de trabajar sin poder hacerlo, mientras se abandonan recursos
que son necesarios para unas mejores condiciones de vida.
El momento de debilidad del discurso que tanto PP como PSOE han
mantenido debe ser aprovechado para intentar una nueva hegemonía, esta vez de
las clases populares, que en su desengaño tienen que hacer posible una política
social de cohesión y convivencia. Una política económica de marcados límites
que eviten agresiones a la salud ambiental, al despilfarro de recursos y que
nunca alimente al aparato bélico.
Como punto final a tu pregunta, proponemos a este pueblo
experiencias de libertad que poder comunicar. No hay más política que a la que
damos vida todos y cada uno con nuestro esfuerzo diario. Es necesario este
conocimiento práctico y que tomen fuerza sus razones, que aprendamos el manejo
de su lenguaje y lo que en él se representa para educar a nuestros hijos como
muestra de amor.
Hablan los libros que el pueblo puede andar engañado por algún
tiempo, pero es el verdadero juez de la costumbre.